Identifican a casi 900 rumanas víctimas de esta esclavitud y que son explotadas en España, Italia o Alemania, entre otros países. Pero el número real es hasta 20 veces mayor. "Las engañan, las pegan, las torturan y las drogan, juegan con el miedo", destaca una experta en un reportaje de la agencia EFE publicado en el diarioPúblico.

Andreea es una estudiante de 22 años que cayó víctima de la trata de personas hace unos años para ser explotada sexualmente en España. Su país de origen, Rumanía, está considerada por muchos expertos como una especie de "zona cero" de la explotación sexual en Europa.

"No me cabe ninguna duda, Rumanía es la zona cero de la esclavitud moderna en Europa", afirma a Efe Iana Matei, presidenta de la organización "Reaching Out" (Dando la mano), que ayuda a las mujeres rumanas a salir de la prostitución forzada.

El año pasado, las autoridades rumanas identificaron a casi 900 víctimas de ese tráfico ilegal de personas, la mayoría de ellas explotadas sexualmente en España, Italia o Alemania, aunque los expertos creen que el número real es hasta 20 veces mayor.

La gran mayoría de estas mujeres suele proceder de estratos sociales muy bajos, aunque a veces también estudiantes y chicas de buena familia caen en la trampa de los llamados "loverboys", o sea, "enamoradores".

Así le sucedió a Andreea, que se enamoró en la universidad de un joven que le regalaba joyas, flores, bombones de chocolate y que la cuidó con fingido cariño cuando fue operada de apendicitis.

El hombre logró finalmente convencerle de emigrar con él a España, donde iban a buscar una vida mejor para salir de la pobreza en Rumanía, con un salario medio de apenas 350 euros mensuales.

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