El 50% de las solicitudes de traducción que reciben los tribunales provienen de ciudadanos rumanos o árabes. La Administración se hace cargo del coste de este servicio cuando son causas de justicia gratuita, cuenta el diarioExpansión.

El crecimiento de la inmigración en España ha potenciado que los juzgados nacionales cuenten con un gran número de causas en las que se necesita la intervención de los servicios de interpretación y traducción.

Los resultados en relación con las lenguas más solicitadas pueden llegar a variar dependiendo de la región que se analice. Sin embargo, según datos aportados por el Ministerio de Justicia, los dos idiomas más solicitados son el rumano y el árabe.

De hecho, estas dos lenguas copan la mitad de las necesidades de todos los partidos judiciales nacionales, siendo el rumano el más habitual con un 26%, al que le sigue el árabe, con un 23%.

Otra cuarta parte de las solicitudes de interpretación que se plantean en los juzgados está conformada por un grupo de nueve idiomas: búlgaro (5%), chino mandarín (4%), polaco (3%), euskera (3%), ruso (3%), italiano (2%), portugués (2%), ucraniano (2%), y volofo (lengua hablada en Senegal y Gambia), con un 2%.

El resto de peticiones provienen de otros dos grupos muy distintos. Por un lado, uno que suma otro 15% de las necesidades de los tribunales, con idiomas más profesionalizados e intraeuropeos, como son el inglés (9%), el francés (3%) y el alemán (3%).

El 10% restante de las necesidades de traducción e interpretación incluye hasta 41 lenguas diferentes, entras las que se encuentran el beréber, el moldavo, el hindi o el lenguaje de signos.

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