Las autoridades rumanas han desarticulado una red de inmigración ilegal que introducía a africanos y asiáticos en Europa occidental de forma clandestina ha sido desmantelada en Timisoara, al oeste de Rumanía.
Tres paquistaníes, residentes en Bucarest, y dos rumanos han sido detenidos por presunta “creación de un grupo de crimen organizado” y “tráfico de inmigrantes”, señaló la portavoz de la policía de frontera de Timisoara, Mihaela Les.
Más de cien personas han sido trasladadas al espacio Schengen, sobre todo inmigrantes de Pakistán, Afganistán, Bangladesh, Siria, Somalia y Camerún desde que el grupo empezó a funcionar hace un año, precisó Les.
El grupo criminal, que estaba siendo vigilado desde abril, mantenía tres ramas: una que se ocupaba de captar a inmigrantes, otra que los acogían y la última que los transportaban hasta cruzar la frontera.
“Los ciudadanos rumanos tenían el papel de introducir a las personas extranjeras en la zona fronteriza, mientras que los extranjeros se dedicaban a atraer a africanos y asiáticos de los centros de acogida de inmigrantes”, explicó Les.
A cambio, cada inmigrantes debía desembolsar una cantidad de entre 1.400 y 1.600 euros nada más tocar territorio Schengen.
Los detenidos podrían ser condenados hasta 12 años de cárcel por tráfico ilegal de inmigrantes y constituir un grupo de crimen organizado
