Un ex comandante de un campo de trabajos forzados de Rumanía, donde perecieron una centena de opositores a la dictadura comunista hace 50 años, será juzgado por “crímenes contra la humanidad”, anunció hoy la Fiscalía General del país balcánico.

Alexandru VisinescuFoto: Agerpres/AP

Ion Ficior, de 85 años, está acusado de dirigir entre 1958 y 1963 el campo de trabajo de Periprava, al sureste de Rumanía, donde impuso “un régimen de detención represivo, abusivo e inhumano contra los detenidos políticos, registrándose 103 muertes”, señaló la Fiscalía en un comunicado de prensa.

Las causas de su fallecimiento se debieron a la desnutrición, al frío, a los golpes y a la falta de asistencia médica, indicó. El anciano, por su parte, niega cualquier responsabilidad de las muertes bajo su mandato en el campo incrustado en un remoto pueblo del Delta del Danubio cerca del Mar Negro.

La Fiscalía General rumana no concretó la fecha de inicio del juicio. Se trata del segundo responsable comunista enviado ante la justicia a petición del Instituto de Investigación de los Crímenes Comunistas (Iiccmer).

En septiembre, un proceso parecido se celebrará contra Alexandru Visinescu, un ex comandante de la prisión política Ramnicu Sarat, al este del país. El Tribunal Constitucional facilitó a finales del pasado año el camino para condenar a los torturados comunistas después de haber decidido que los asesinatos son imprescriptibles.

Se calcula que entre 100.000 y 500.000 personas fueron encarceladas en Rumanía por motivos políticos durante el régimen comunista entre 1945 y 1989. Hasta ahora, el dictador Nicolae Ceausescu y su mujer Elena han sido los únicos condenados por genocidio durante un proceso sumario antes de que fueran fusilados. EFE

rsc