Los cuatro rumanos hallados culpables del robo de los siete cuadros del museo Kunsthal de Rotterdam en 2012, entre los que se encontraban un Picasso, un Gauguin y dos Monet, deberán pagar 18,1 millones de euros, mientras que las pinturas siguen en paradero desconocido.

Tablou de Picasso, expus la RamallahFoto: Agerpres/Xinhua

Los magistrados de un Tribunal de Bucarest aceptaron la petición de los representantes del museo y condenaron a los cabecillas del robo Adrian Procop, Eugen Darie, Radu Dogaru y a su madre Olga, a desembolsar esta suma, informó este lunes la instancia.

La sentencia todavía puede ser recurrida ante el Tribunal de Apelación.

En el mismo fallo, el juzgado sentenció a Adrian Procop a seis años y ocho meses de cárcel, mientras que Alexandru Bitu y Olga Dogaru recibieron una condena de dos años de prisión.

El primero fue acusado de intentar vender los cuadros y la segunda de complicidad y tenencia ilegal de armas.

Por su parte, Petre Condrat, un exmodelo que admitió haber visto dos lienzos –un Matisse y un Gauguin-, recibió una multa de unos 10.000 euros por ocultar los hechos.

Radu Dogaru y Eugen Darie recibieron en febrero la condena de 6 años y 5 años y cuatro meses, respectivamente.

Los condenados perpetraron el bautizado en Holanda como "robo del siglo" en octubre de 2012 y se llevaron del museo Kunsthal piezas cuyo valor total asciende hasta los 100 millones de euros.

En un primer momento, Olga Dogaru llegó a declarar que había quemado los lienzos para proteger a su hijo haciendo desaparecer las pruebas del robo, aunque luego se retractó.

Un peritaje de expertos rumanos concluyó que existen restos de tres o cuatro cuadros entre las cenizas halladas en la estufa de la condenada, aunque no pudo precisar que sean los cuadros desaparecidos.

Asimismo, otro proceso se encargará en los próximos meses de determinar si las obras maestras fueron quemadas en la casa de Olga Dogaru, en un remoto pueblo situado al este de Rumanía.

El robo se perpetró en apenas tres minutos en la madrugada del 16 de octubre del 2012.

Pese a su valor, ninguno de los lienzos estaba protegido por un sistema de alarmas, lo que permitió que los ladrones se llevaran las obras en bolsas.

Los ladrones se hicieron con "Cabeza de Arlequín", de Picasso; "La Lectora en Blanco y Negro", de Matisse; y "El Puente Waterloo de Londres", de Monet.

Además, se apoderaron de "El Puente Charing Cross de Londres", también de Monet; "Mujer delante de una ventana abierta, llamada la novia", de Paul Gauguin, "Autorretrato", de Meyer de Haan, y "Mujer con los Ojos Cerrados", de Lucian Freud.