Mientras que en países como España el sector de las tecnologías de la información sigue sin levantar cabeza, y muchos de sus trabajadores ven cómo sus sueldos estancan a menudo en el rango mileurista, hay un país de la Unión Europea donde la tecnología es el sector de moda: Rumanía.

TehnologieFoto: Evenimentul Zilei

Más de 64.000 especialistas con certificación en alguno de los campos de las nuevas tecnologías, como el desarrollo de software o el diseño de circuitería, están censados allí.

Eso ha hecho que Rumanía sea el país con más concentración de trabajadores del sector de las TI (Tecnologías de la Información) de toda Europa, y el sexto del planeta.

Y eso, en un país en el que -conforme a los datos del Banco Mundial- el 30% de la población vive todavía del sector agrícola y donde casi la mitad de los ciudadanos no ha dado aún el salto a las ciudadades.

La culpa de esta dualidad emergente la tienen la deblacle del sistema de dictadura comunista y un sistema educativo centrado en las matemáticas y las lenguas extranjeras desde la primaria hasta la universidad, tal y como señala un estudio de Gartner citado por Bloomberg.

No pagan impuestos

La existencia de mano de obra cualificada, unida a unos costes laborales que no resisten comparacion con los de otros países de la Unión, han animado a multinacionales como IBM, Intel, Oracle o Microsoft a implantarse allí, creando una demanda que las escuelas técnicas rumanas parecen no ser capaces de satisfacer.

También ayuda la exención de impuestos que disfrutan los trabajadores de este sector, y que les permite no pagar ni siquiera el 16% -el tipo es único- que abonan el resto de trabajadores en Rumanía.

Bloomberg cita así el ejemplo de un informático que puede permitirse el lujo de rechazar varias ofertas de trabajo a la semana, y que cobra cerca de 2.000 euros netos en un país en el que el coste de la vida es muy inferior al de otros miembros de la UE.

Este boom está ayudando a Rumanía a crecer a un muy saludable ritmo del 5,4% y -junto a la emigración masiva de los últimos años- ha ayudado a que la tasa de paro se quede por debajo del 8%, la octava más baja de los 29 miembros de la Unión Europea.