El alcalde de Bucarest, Sorin Oprescu, anunció hoy un referendo para que los ciudadanos decidan sobre el sacrificio de las decenas de miles de perros callejeros que viven en la ciudad y que constituyen un problema sanitario y de seguridad. La iniciativa se anunció dos días después de que una jauría de perros sin dueño matasen en un parque de la capital rumana a un niño de cuatro años e hiriesen a otro de seis, publica el diario Abc, que recoge una información de la Agencia EFE.

Sorin OprescuFoto: Agerpres

"Es lamentable constatar con este suceso la seriedad del problema de los perros callejeros", declaró Oprescu en una rueda de prensa, en la que precisó que el plebiscito se celebrará a finales de septiembre o principios de octubre.

En 2012 el Tribunal Constitucional de Rumanía anuló una ley aprobada meses antes en el Parlamento que otorgaba a las autoridades locales la potestad de sacrificar a los canes asilvestrados, al considerarla contraria a la Declaración Universal de los Derechos de los Animales.

"Si los ciudadanos toman esta decisión (en referendo), entonces los parlamentarios modificarán la ley. Esto les meterá presión para adoptar una medida justa", subrayó Oprescu.

Sólo en Bucarest viven cerca de 65.000 perros callejeros y el año pasado unas 16.000 personas fueron atacados por canes sin dueño en la capital, según datos oficiales.

Según la prensa rumana, el problema con los perros asilvestrados se remonta en Rumanía al tiempo de la dictadura comunista de Nicolae Ceausescu, que forzó a cientos de miles de rumanos a mudarse a las ciudades para cumplir con sus planes de industrialización.

Ante la imposibilidad de tener a sus mascotas en la vivienda, muchos rumanos se vieron obligados a abandonarlas, multiplicándose desde entonces su población en las calles.

El recurso a la eutanasia ya se utilizó en 2001, bajo el mandato del entonces alcalde y hoy presidente, Traian Basescu, cuando se eliminaron en Bucarest en torno a 50.000 perros.

La presión social e internacional, con la actriz francesa Brigitte Bardot liderando las protestas, consiguió reducir el número de animales sacrificados en años siguientes, y en 2008 se prohibió el sacrificio masivo de perros.