Discurso de la embajadora de México en Bucarest, Maria Cristina de la Garza Sandoval, sobre la exposición "Tres visiones sobre la arquitectura mexicana": En el marco de actividades de acercamiento que la Embajada de México lleva a cabo en Rumania, y gracias al significativo apoyo de esta prestigiada casa de estudios, se inaugura la muestra, integrada por los dibujos de Mayolo Ramírez Ruiz, Augusto H. Álvarez y Augusto Pérez Palacios.
Las fachadas recreadas por Ramírez Ruiz reflejan un conocimiento exigente de la arquitectura y de los artificios de su representación gráfica. Por lo que toca a Álvarez, su obra se caracterizó por la racionalidad, la modulación, las formas simples y la adecuada proporción. Realizó numerosas obras a lo largo de más de cinco décadas, sobresaliendo la Torre Latinoamericana –el rascacielos más alto en toda América Latina durante mucho tiempo— construido en la Ciudad de México en 1948. Finalmente, el Estadio Olímpico Universitario, de Pérez Palacios, construido entre 1950 y 1952, sede principal de los Juegos Olímpicos de 1968, representa una silueta que transmite la idea de permanencia y pertenencia al sitio, un jardín de roca volcánica en el sur de la Ciudad de México.
La arquitectura mexicana es un fenómeno cultural que nace de nuestra historia. Es una imagen de la identidad mexicana que integra colorido y abigarramiento de elementos ornamentales heredados de culturas ancestrales, de formas clásicas y monumentales. Es un arte vivo que en los últimos siglos ha sabido incorporar modernismo y tendencias vanguardistas.
La trayectoria de la arquitectura mexicana continúa aportando elementos de estudio y conocimiento a nuevas generaciones de arquitectos, y es con este propósito que el día de hoy buscamos que la Ion Mincu fortalezca sus relaciones de cooperación con la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Permítanme aprovechar este espacio para dedicar un pensamiento a la memoria del desaparecido Dr. Catalin Berza, distinguido profesor de arquitectura fallecido en noviembre pasado, cuyo apoyo fue determinante para el éxito de la magna manifestación cultural que la Embajada presentó en la Biblioteca Nacional de Rumania en septiembre de 2012.
Así también quiero agradecer en forma especial a la ex becaria del gobierno mexicano, arquitecta Beatrice Gabriela Jöger, vicerrectora de Relaciones Internacionales de esta universidad y a los estudiantes de la ‘Asociación Mincu’ por su decidido apoyo a la realización de esta exposición que tengo el honor de inaugurar.
