Si el marxismo fuera la fantasía filosófica más importante de la modernidad, el comunismo, su descendiente, fue la equivocación más trascendente del siglo pasado. En un resumen trágico y grandioso del milenarismo político y el romanticismo revolucionario, el comunismo fue sobre todo una utopía social que ha movilizado, motivado e inspirado sueños colectivos de salvación secular.

Vladimir TismaneanuFoto: AGERPRES

Sustituyo la trascendencia religiosa con la promesa de una liberación inminente. Ofreció recetas simplistas prefabricadas y a los intelectuales racionalidad necesaria para participar en acciones imprudentes. Utilizando la frase del gran historiador francés François Furet, el comunismo fue una enorme ilusión entusiasmada, un creencia embriagadora, con base en la pretensión científica.

En los ańos treinta, durante el período considerado por W.H .Auden como "un decenio vil e infame", muchos se unieron al comunismo porque creían en sus promesas internacionalistas, oponiéndose a la barbarie fascista. Propuso un espíritu heroico y muchos estaban dispuestos a morir por ello. Pocos eran los que querían saber acerca de los horrores del Gulag. La voluntad de creer triunfó a expensas de la voluntad de pensar racional y la seducción enterró el sentido crítico.

Ponerse al servicio del movimiento comunista significó tanto para la gente común y como a los intelectuales sofisticados, tomar parte del humanismo contra el oscurantismo racista y nacionalista. Fue una decepción enorme. Más tarde, el mito perdió su brillo, magnetismo, especialmente después de la muerte de Stalin, después del "discurso secreto" desmitificador de Kruschev; la revolución húngara; la ruptura chino-soviética; la Primavera de Praga; tras la aversión al período Brezhnev con su visión cínica del marxismo; y el colapso sitémico durante las revoluciones de 1989-1991. Como acentúan Silvio Pons y Robert Service, los autores se enfrentan a "la tensión entre dos exigencias que no pudieron ser ignoradas: la condena moral de los crímenes masivos cometidos constantemente a lo largo de la historia del comunismo y la comprensión histórica del comunismo."

La reflexión de esta extraordinaria aventura histórica con sus esperanzas interminables, agonías y tribulaciones en un solo volumen es un desafío enorme. Por lo tanto, debemos apreciar el esfuerzo de Silvio Pons, Robert Service y a sus excelentes colaboradores para crear una enciclopedia del comunismo, monumental, impresionante y en efecto exhaustiva. El volumen cubre un siglo entierro de ambiciones y proyectos marxistas revolucionarios que se discuten en todas las partes del planeta. Es equilibrado, justo, completamente documentado y pertinente.

Las biografías de los principales líderes comunistas es una lectura apasionante. Por supuesto, algunas personalidades faltan (por ejemplo, “ La Pasionaria de los Balcanes”, la ardiente estalinista Ana Pauker o el presidente socialista chileno Salvador Allende), pero los nombres más importantes aparecen en el volumen con un pasado político completo. Ellos eran fanáticos de la revolución mundial imaginada por Lenin y Trotsky, cuando los dos habían planeado la toma del poder por los bolcheviques en octubre de 1917. Leemos acerca de Klement Gottwald, Rudolf Slansky, Antonin Novotny, Alexander Dubcek y Gustavs Husak en Checoslovaquia; Boleslaw Bierut, Wladyslaw Gomulka y Wojciech Jaruzelski en Polonia; Gheorghe Gheorghiu-Dej y Nicolae Ceausescu en Rumania; y Matyas Rakosi, Imre Nagy y Janos Kadar en Hungría.

La biografía de Mikhail Gorbachov editada por Archie Brown, es particularmente esclarecedora y escrita ejemplarmente -no sólo una verdadera guía del destino político de Gorbachov, sino también de su percepción del mundo. Del mismo modo, las fotografías realizadas por Robert Service a Lenin y Trotsky, la biografía de Nikita Khrushchev escrita por William Taubman y el artículo de Silvo Pons sobre Stalin son una genuina joya de análisis sovietológica . El lector que no tiene tiempo necesario para leer los estudios biográficos detallados puede encontrar en el presente volumen una documentación sólida, excelentemente argumentada.

Traducido el texto por Judy Florescu