En otro capítulo más en el que entraremos en las entrañas de un sistema que hizo estragos entre su población, se pretende acercar el estado de paranoia con el que convivieron los rumanos durante mucho tiempo y, quizás, se puedan explicar muchos aspectos de la actual mentalidad del país carpático.
Pero también se trataba de un trabajo, no obstante, peligroso para ellas mismas, que eran encarceladas en cuanto caían en desgracia, explicó Carmen, de 24 años. Mientras las falsas modelos y bailarinas trabajaban en busca de información, la Securitate reprimió cualquier otro tipo de prostitución. "Si nos pillaban tratando de conseguir a un extranjero nos encarcelaban inmediatamente", dijo Carmen. Durante los meses de incertidumbre hacia la transición democrática, muchas de ellas desaparecieron.
Tras la caída de la represión dictatorial estalinista de Ceausescu, mujeres como Carmen y Elisabeta se sentaron en la barra de un hotel internacional de Bucarest, donde relataron sus testimonios y la represión sufrida en su profesión por tantos años de dictadura. "Ahora somos libres para ejercer", apuntó Daniela, otra compañera. "Estábamos sin comida y teníamos nuestras casas congeladas", aseguró al explicar su inicio en esta profesión. La mayoría de ellas buscaba un marido extranjero para escapar del régimen y, a falta de tal, divisas con las que comprar cosméticos, imposibles en Rumania, dice Daniela. Ella empezó hace tres años con una tarifa de 150 dólares.