El periódico español Hoy.es publica un reportaje sobre la vida de once españoles que se han mudado a la región de Bucovina, al noreste de Rumania, para evadirse de la crisis y disfrutar del extraordinario paisaje que brinda la zona y la excelente oferta cultural.

Manastirea MoldovitaFoto: Agerpres

"Son once. Once españoles. Con 550 euros al mes viven como marqueses. Pagan el alquiler de una casa con jardín, la comida a mesa puesta en pensión completa, la limpieza del hogar y el servicio médico. Ese dinero también les da para organizar salidas al campo o pegarse un homenaje gastronómico en un restaurante cuando les apetece, ir a la ópera o a conciertos de música clásica... en Rumanía. Está lejos, pero es barato y agradable". De esta manera comienza el reportaje que el periodista Franciso Apaolaza ha realizado para ejemplificar la imaginación de unos pocos que han tenido la valentía de marcharse y buscar una nueva forma de vivir.

"No se trata de un caso de ingeniería financiera, sino de la aventura de un ramillete de españoles que hartos de la crisis y de una vida cada día más cara y atosigante, han decidido hacer las maletas e irse con su alegría a otra parte. Como esos alemanes que eligen nuestro país, pero por motivos bien diferentes: aquí el 'sol y playa' sería algo así como 'paisaje y cultura'", prosigue el autor.

"En Rumanía han creado una comunidad abierta y flexible en la que comparten todo. Hay profesores universitarios, agentes inmobiliarios, jubilados, pintores... «En España ha ido todo tan mal y aquí se está tan bien...». Habla Francesc González, un viudo barcelonés de 52 años, uno de los felices 'exiliados' de la crisis que hasta anteayer era promotor inmobiliario. Hace tres años que perdió a su mujer, así que sin un futuro profesional claro ni otros lazos que le ataran a su vida anterior, zarpó rumbo Villa Europa, su nueva 'casa' en Vama (Rumanía)", agrega Apaolaza.

El reportaje muestra la vida de varios Españoles que, por distintos motivos, han decidio irse a vivir a uno de los lugares más paradisiácos del territorio rumano.

Auxi García Martín, profesora de la Universidad de Salamanca, se fue en 2005 a descubrir Rumanía en autobús y conoció el hotel de Fernando. Le gustó tanto que se compró una casa por 14.000 euros (dos plantas, 200 metros cuadrados de vivienda en 400 de parcela). «Soy muy romántica y me enamoré de esto. La gente me decía que estaba loca, pero aquí me he quedado». Ella es parte de esa comunidad. Va y viene a España y durante el tiempo que pasa en Vama se dedica a estudiar y explicar las maravillas del arte de los Monasterios Pintados de Bucovina, una de las joyas de la zona. «La imagen de Rumanía es espantosa en España. Tienen fama de ladrones, de gente que vive de pedir... ¡Nada más lejos de la realidad!»", subraya.