Rumanía, un país excomunista con grandes extensiones agrícolas en el sureste de Europa, pretende exportar a partir de este año millones de cerdos y vacas a China, donde el hambre por la carne obliga a buscar nuevos proveedores, publica EFE Agro. “Podemos comprar todo lo que podáis enviarnos”, aseguró el primer ministro chino, Li Keqiang, durante una visita oficial a Rumanía en noviembre pasado, tras firmar un acuerdo para la compra de medio millón de vacas y tres millones de cerdos en los próximos años.

CarneFoto: Reuters

El envío de las primeras 4.000 a 5.000 vacas de la raza local “Baltata romaneasca” a China estaba previsto para este mismo mes.

Rumanía se convierte así en el primer país europeo que exporta ganado vivo a China y es solo el cuarto país occidental que lo hace, después de Australia, Nueva Zelanda y Uruguay.

Las autoridades rumanas estiman que pueden enviar al gigante asiático unas 500.000 cabezas de ganado en los próximos siete a diez años, lo que le aportaría a los agricultores locales ingresos de unos 500 millones de euros.

Uno de ellos es Victor Rosca, un pequeño agricultor que cuida más de cien vacas en una granja de Tecuci, en el centro de Rumanía.

Una salida, una oportunidad

“Necesitamos acercarnos a potenciales consumidores que nos proporcionen una salida a nuestra mísera situación actual y, sin duda alguna, China puede ser una oportunidad que no podemos dejar escapar”, señala en declaraciones a Efe.

Desde que Rumanía entrara en 2007 a la Unión Europea (UE) Rosca pudo acceder a ayudas comunitarias para adquirir medio centenar de animales en Francia, una compra que le costó casi 100.000 euros, financiados en un 90 por ciento por la UE.

“Empezamos a obtener beneficios al tercer año tras la compra pero la crisis (del año 2008/2009) nos ha golpeado considerablemente”, explica el agricultor rumano.

Y mientras Rumanía busca una salida a la crisis en el sector agropecuario, considerado de gran potencial por su gran extensión agrícola, buen clima y bajos costes operativos, en China no saben cómo satisfacer la creciente demanda de carne.

Por eso, la delegación oficial china que visitó Bucarest en noviembre no solo firmó acuerdos para la compra de vacas y cerdos, sino que mostró también gran interés en las ovejas y aves rumanas, así como en otros productos agroalimentarios como los lácteos.

“La trepidante urbanización y la aparición de una clase media más desarrollada han provocado que los chinos deseen comer más carne en detrimento del arroz y de las legumbres“, explica George Petu, de la Casa Sino-Rumana en Bucarest.

Según el llamado “Atlas de la Carne 2013″, emitido recientemente por la Fundación ecologista “Heinrich Böll” en Berlín, el consumo per cápita de carne en China se ha multiplicado por cuatro en los últimos 30 años.

Los chinos comían en 2012 unos 14 kilos de carne de pollo, 38,8 kilos de cerdo y 5 kilos de carne de vacuno, en total apenas la mitad de lo que comen los europeos o estadounidenses.

Ante este potencial de crecimiento, los agricultores rumanos se frotan las manos pero algunos expertos advierten de que el país balcánico carece de bovinos para cubrir la demanda china.

“La solución pasa por seguir promocionando las cooperativas y atraer capital chino que impulse la producción”, asegura Valentín Canal, un consultor agrónomo español que trabaja en Rumanía desde hace varios años.

“Para un agricultor rumano será más fácil conseguir dinero chino por la ausencia de tanta burocracia como sucede con los fondos europeos, de modo que se espera una fuerte inversión china que haga despegar este sector en el país”, dice Canal a Efe en Bucarest.

De hecho, las cifras de los últimos años no acompañan las expectativas: el número de vacas bajó entre 2001 y 2013 de 2,8 a 1,2 millones de unidades, según el ministerio de Agricultura rumano.

Diferente es la situación en el sector de los cerdos, donde Rumanía dispone de un “superávit” de unos 5 millones de animales cada año, asegura Costin Mihalache, con consejero de asuntos agrícolas del Gobierno rumano.

Además, la adquisición por la compañía china Shuanghui International de una factoría cárnica del grupo estadounidense Smithfield Foods en Timisoara, al oeste de Rumanía, puede favorecer la exportación de cerdos, espera este funcionario rumano.

“El mercado chino seducirá a los agricultores (rumanos) gracias a que ofrece un mejor precio que el interno”, señala Mihalache a Efe.

En los primeros ocho meses del año 2013 Rumanía exportó ganado y aves por valor de 203 millones de euros, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

“La exportación hacia China, que solo se producirá si respetamos las normas de calidad, estimulará las inversiones (chinas) en el sector enRumanía”, concluye Mihalache.