La abundante mano de obra no cualificada a un coste reducido -60% de los trabajadores-, la fertilidad del suelo y la cercanía de mercados compradores permiten excelentes rentabilidades en Rumanía, a los que se suman la "moderada" absorción de los fondos europeos y las ventajas encontradas por la crisis de la zona euro.

El campo rumano presenta innumerables beneficios que atraen la inversión extranjera: terrenos llanos, alta capa freática y bajos precios. Alexandru Vulpe, agricultor rumano de Arad, al oeste del país balcánico, se ha convertido en el mayor productor de catina, un antioxidante del organismo. Vende a los alemanes y obtiene unas ganancias de 10.000 euros por hectárea: “Analicé 3.000 plantas; al final, me quedé con 5 variedades.”

Ya son cientos de españoles, argentinos y uruguayos que se han desplazado a Rumanía para adquirir un trozo de los 15 millones de hectáreas de tierras cultivables. Se está convirtiendo en el nuevo dorado de los agricultores en Europa tras colocarse como segundo mayor productor de maíz y el cuarto de trigo de la Unión Europea en 2011: el mejor año agrícola del país de los últimos cinco.

El país balcánico constituye un mercado que acerca a 300 millones de consumidores en un ratio de 1.000 kilómetros cuadrados, siendo una lanzadera a los balcanes (Bulgaria y Serbia), a Rusia y ex repúblicas soviéticas (Ucrania y Moldavia) y a la zona del Caspio mediante el puerto de Constanza (Turquía y Georgia).

El volumen de comercio entre Rumanía y España creció en 2011 con una cifra superior a los 2.000 millones de euros y 910 millones de euros en el primer semestre de 2012. Las licitaciones ganadas por las empresas españolas durante el 2011 alcanzaron los 707 millones de euros, una cantidad récord.

Entre ellas, más de 600 millones se adjudicaron en el transporte y unos 60 millones en medio ambiente, en lo que se refiere al agua y a los residuos. Los principales mercados de Rumania se hallan en las infraestructuras, medio ambiente, desarrollo regional, industria agroalimentaria y turismo, concretamente en los balnearios.

En la actualidad, Rumania se encuentra en el número 13 en el mundo en el sector de energía renovable.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, señala que la perspectiva de crecimiento económico en 2013 es “moderada” debido no sólo a la situación de la agricultura golpeada por la sequía, sino también a la baja absorción de los fondos europeos y los atrasos de las reformas estructurales.

"Acusamos una mala absorción por el mal funcionamiento de la administración pública, las redes de clientelismo y la corrupción", argumenta el economista Daniel Daianu, que aclara que los fondos "no solucionarán los problemas económicos".

La Unión Europea designó a Rumania 34.000 millones de euros para el periodo 207-2013, de los cuales sólo ha captado 3.970 millones de euros hasta ahora, según el presidente Traian Basescu, quien persiste con su intención de que Rumania entre en el euro en 2015.

El FMI subrayó que las inversiones representan la “clave” del crecimiento económico. El gobernador del Banco Nacional de Rumanía, Mugur Isarescu, que revisó la inflación al alza, del 3,2% al 5,1% en 2012, señala que conservar la monedad nacional -leu- ha logrado que sus exportaciones -dos tercios de las cuales se dirigen a la eurozona- sean más competitivas y un menor costo de vida para atraer a trabajadores cualificados de países en apuros de la eurozona.

La institución internacional aprecia que Rumania crecerá un 0,9% en 2012 y un 2,5% en 2013. La Comisión Nacional de Prognósis prevé una reducción de la tasa del paro para los próximos años hasta el 7%, en 2014, mientras que el salario medio neto alcanzará los 350 euros.