La inacabable e incierta crisis del euro, que se encuentra al borde del precipicio, mantiene en vilo a Rumania, un país cuya maltrecha economía depende de las inversiones extranjeras y los fondos europeos. Bucarest, que reitera su deseo de ingresar en el euro en 2015 lo que incluso llama la atención después de la zozobra que se está viviendo en Grecia y España, observa atentamente cómo la zona euro ha alcanzado un punto crítico, que pretende resolver con la unión bancaria.

Harta EuropeiFoto: Hotnews

Se prevé que el país no se deslice hacia la recesión si los rumanos mantienen bien apretados los cinturones, según el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, el crédito internacional de emergencia de 20.000 millones de euros, pactado en mayo de 2009, obliga a Rumania a seguir con una política de continencia como en la zona euro en vez de aplicar su propia política monetaria que ayude a activar la deteriorada economía.

Pese a la inestabilidad política generada en los dos últimos meses por la tensa cohabitación entre el primer ministro, el socialdemócrata Víctor Ponta, y el presidente conservador, Traian Basescu, Rumania se quiere alejar de la idea de una Europa fragmentada, por lo que Basescu dio órdenes al gobernador del Banco Nacional a que realice las reformas que ayuden al país a seguir la senda de los estados occidentales con la unión bancaria.

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Traian Basescu y José Manuel Barroso

Foto: Comisia Europeana

Basescu aseguró que esta unión favorece a Rumania: "El Mecanismo Europeo de Estabilidad se dirige a los países con dificultades, con grandes deudas y estamos interesados en que encuentren la mejor solución ante cualquier complicación porque Rumania exporta a estos estados".

Los analistas más pesimistas aseguran que la crisis financiera de Rumania, segundo Estado más pobre de la UE, se debe sobre todo a su marginalización en la periferia de los Veintisiete y a la principal contribución de los bancos extranjeros. En la capital rumana se ha recelado de decir durante mucho tiempo la cruda realidad pese a que se trataba de un secreto a voces: "la Europa a dos velocidades ya es una realidad y Rumania no sólo se encuentra en la segunda sino en la quinta", aseguran los expertos.

En el país balcánico se acrecienta el desasosiego de que se fracture Europa y se deje de lado a Bucarest en los designios de su destino, como sucedió tras la segunda guerra mundial al caer en manos de la Unión Soviética de Stalin. “La pesadilla de Rumania pasa por la división de varias Europas: las de las grandes potencias, las del euro del medio, las que nunca adoptaron la moneda única y las que sí lo hicieron y presentan economías competitivas como Finlandia y Dinamarca”, explica Alina Mungiu Pippidi, analista rumana y profesora de estudios democráticos del Instituto Hertie en Berlín.

La Asociación de Hombres de Negocios de Rumania (AOAR) propusieron hace unos meses que se constituyera un "grupo noeuro" en el seno de la UE. La organización negaba que “la constitución de una Unión Europea a dos velocidades impulse una Europa competitiva, capaz de jugar un papel importante a nivel mundial” y aclaraba que Rumania debe defender sus intereses en Bruselas, donde los países de la zona euro dominan cada vez más.

Presedintele CE, Jose Barroso, in timpul intalnirii eurozone de duminica

Barroso

Foto: Reuters

Por su parte, el director del Grupo de Economía Aplicada, Liviu Voinea, cree que Rumania sentirá un repunte de la crisis del euro debido a las inversiones de la banca italiana en el país. "Rumania presenta una economía periférica y eso es paradójico, cuando hay una mala noticia en la zona euro, el leu se deprecia, el dinero huye de los alrededores hacia el centro, nunca al revés," afirma el especialista.

Para entrar a la zona euro, un país candidato debe respetar cinco criterios de convergencia de los cuales los más importantes son el control de la inflación y una estricta disciplina en materia de gasto público. Tras lo sucedido en Grecia, ya no se trata de cumplir criterios como deuda, déficit o inflación, sino de una convergencia real y del nivel de desarrollo local; y Bulgaria está en la misma situación.

Según el Eurostat, el sueldo de uno de cada tres rumanos oscila entre los 160 y 180 euros mensuales, mientras que las autoridades estiman un crecimiento económico entre el 1% y el 1,7% en 2012.

Europa continúa al borde del cataclismo mientras que Rumania parecer mirar los programas de televisión con un provincialismo perjudicial. Las críticas mas feroces provienen desde Alemania con el punto de mira hacia el capítulo más débil de Rumania: la corrupción. Rechazan el ingreso de Rumania a la zona euro al considerar que la justicia rumana continúa sin ser independiente, al mismo tiempo que persiste la corrupción en las instituciones locales.