La diáspora rumana se manifestó este domingo en capitales europeas, como París y Madrid, para pedir su derecho a votar en la segunda ronda de las elecciones presidenciales del próximo domingo y así secundar las protestas de miles de ciudadanos que salieron anoche en Rumanía, informó la cadena de televisión Digi24.
Unas diez mil personas se concitaron anoche en Cluj, a las que se sumaron otros miles en Timisoara, la primera ciudad libre del comunismo hace 25 años, y Bucarest, para protestar contra el Gobierno a quien le acusan de obstaculizar el voto en el extranjero y favorecer al candidato socialdemócrata Victor Ponta.
“Ponta, no olvides, eres peor que el Ébola”, “Ponta, no olvides, Rumanía no te quiere” y “Queremos elecciones libres” profirieron los manifestantes de Cluj –ciudad situada en el corazón de Transilvania- para denunciar el número insuficiente de las secciones de voto abiertas en países como en Francia, Reino Unido y Alemania.
Mientras tanto, un millar de rumanos se desplazaron desde la Piata Universitatii (Plaza de la Universidad), hasta Palatul Victoriei, sede del Gobierno, para exigir la dimisión de Ponta como primer ministro.
“Abajo Ponta” y “Dejad que voten” a los rumanos de la diáspora, clamaban en la capital rumana.
También salieron cientos de personas en otras núcleos importantes como Oradea (noroeste), Iasi (noreste) y Constanza (este).
A lo largo de esta semana, el ministro de Asuntos Exteriores, Titus Corlatean, anunció medidas que, sin embargo, se consideran exiguas para evitar las colas de la primera vuelta que causaron que miles de ciudadanos se quedaran sin poder ejercer su derecho a voto.
Corlatean afirmó que se aumentará el número de cabinas electorales pero que no podía hacer lo mismo con las secciones de voto porque la legislación lo prohíbe.
En cambio, la Oficina Electoral señaló que se puede aumentar perfectamente a través de otra decreto-ley del Gobierno.
La justificación del ministro provocó que el presidente saliente Traian Basescu, pidiera anoche su dimisión.
Ponta se impuso el pasado domingo con el 44,44 % de lo votos frente al 30,37 % del candidato liberal Klaus Iohannis, que se verán las caras en la segunda vuelta el próximo 16 de noviembre.
No obstante, Iohannis logró el 46 % de la diáspora rumana, mientras que Ponta obtuvo el 16 %.
Unos 161.000 rumanos votaron de los más de tres millones de ciudadanos que residen en el extranjero, sobre todo en Italia y España, donde se calcula que viven unos dos millones.
