C. P. Tariceanu, Teodor Melescanu, Vadim Tudor y Dan Diaconescu anunciaron –con diferentes matices- su apoyo a Victor Ponta para la segunda vuelta del 16 de noviembre. El candidato socialdemócrata se ve beneficiado asimismo por la traición de varios barones del PNL a Iohannis.

Victor PontaFoto: Agerpres

Los politólogos suelen afirmar que en los sistemas electorales a dos vueltas no se deben hacer simples cálculos aritméticos teniendo en cuenta las peticiones de voto de los candidatos eliminados en la primera vuelta. No siempre el electorado de un candidato eliminado atiende las recomendaciones que su candidato le propone.

Sin embargo, en Rumanía el apoyo de un candidato eliminado en primera vuelta es más importante si cabe, ya que pone a disposición del candidato finalista elegido todos los mecanismos de movilización del electorado a su alcance. En un país en el que casi un millón de electores -más del 10% del total- votan en listas suplementarias fuera de su circunscripción, las sospechas de fraude yturismo electoralson evidentes.

Calin Popescu Tariceanu, líder del Partido Liberal Reformista (PLR)

Tras obtener el tercer puesto en la primera vuelta con 508.572 votos -5,36% del total-, Tariceanu se ha convertido en una opción real para ser nombrado primer ministro si Ponta confirma su victoria el 16 de noviembre. “Considero la mejor solución para primer ministro al señor Tariceanu, cofundador junto a sus compañeros de la Unión Social Liberal (USL)”, afirmó el pasado martes Ponta.

Tariceanu tratará de presentarse como el adalid de una reedición de la Unión Social Liberal –estando representada la parte liberal en esta ocasión por el PLR, escisión del PNL.

Lo más paradójico es que tanto en la creación de la Unión Social Liberal como en diferentes momentos de su existencia Tariceanu se mostró crítico con el pacto y con el líder del PNL de aquel momento, Crin Antonescu.

Teodor Melescanu, antiguo jefe del Servicio de Información Exterior (SIE)

Los 104.131 votos (1,09%) pueden parecer escasos, pero Victor Ponta recuerda la dolorosa derrota de su mentor Adrian Nastase en la segunda vuelta de 2004 y pretende evitar cualquier posible sorpresa.

Por ello, poco tiempo después de que Melescanu proclamara su apoyo a Ponta, éste anunció que nombrará consejero presidencial al antiguo jefe de los servicios secretos en el exterior en caso de lograr la victoria.

Corneliu Vadim Tudor, líder del PRM

Ya no es un elemento central de la vida política rumana, como lo fue en otras épocas, pero pese a ello obtuvo 349.416 votos (3,68%). “He sido cortejado por ambas partes, pero tras una seria meditación he decidido ayudar al joven Ponta a mudarse a Cotroceni”, afirmó Vadim Tudor.

Para evitar las críticas por buscar el apoyo de un partido apestado ideológicamente en el contexto internacional, el apoyo de Vadim Tudor a Victor Ponta se ha enmascarado tras la firma de un protocolo de colaboración entre PRM y UNPR, partido llavero junto al Partido Conservador (PC) en la coalición PSD-UNPR-PC.

Húngaros y UDMR

El líder húngaro de UDMR, Kelemen Hunor, afirmó: “Queremos continuar en la coalición gubernamental hasta 2016”.

Pese al teórico apoyo a Ponta, parece claro que el electorado húngaro se sentirá más atraído a votar a Iohannis, tanto por su condición de transilvano como por ser también parte de otra minoría más empática con los problemas de la minoría húngara de Rumanía.

El apoyo de Vadim Tudor a Ponta es otro elemento que puede alejar al electorado húngaro del teórico apoyo de sus líderes a Ponta.

Dan Diaconescu, líder del PPDD

Desde las elecciones legislativas de 2012, buena parte de los 68 parlamentarios del PP-DD de Diaconescu se han convertido en tránsfugas, casi siempre en favor del PSD.

Pese a la gradual descomposición del grupo en el Parlamento, Diaconescu ha conseguido en esta primera vuelta 382.526 votos (4,03%). Aunque criticó al líder socialdemócrata, precisó que le apoya de cara a la segunda vuelta: “Victor Ponta sigue siendo un gran adversario mío, un gran enemigo, pero espero que no quede como un enemigo del pueblo tras estas elecciones”.

Para justificar este apoyo Diaconescu afirmó que Ponta “había prometido adoptar 20 medidas presentadas por mí”.

Traidores a Iohannis en el interior de la Alianza Cristiano Liberal (ACL)

La alianza ACL ha obtenido unos resultados más pobres de los esperados en Muntenia y Moldova, en especial en ciertos departamentos (judet) donde en las últimas elecciones el PNL había conseguido buenos resultados.

La explicación a este pobre resultado se explicaría por unadoble traicióndentro de la ACL: por una parte departamentos dirigidos por hombres afines a Crin Antonescu –contrarios a la elección de Iohannis como candidato presidencial y que ven la opción de desbancarle del PNL si pierde las elecciones-, y por otra departamentos dirigidos por ciertos políticos del PDL contrarios a la creación de ACL con el PNL.

Parece poco probable por tanto que se produzca una sorpresa en la segunda vuelta del día 16 de noviembre. Mientras Ponta se ha esforzado esta semana por cerrar alianzas, Iohannis ha preferido eludir cualquier encuentro con Udrea o Macovei, dando por supuesto que el electorado de las candidatas le votará masivamente. Todas las encuestas dan entre 7 y 10 puntos de ventaja a Victor Ponta.