Un trabajador cobra de media en Rumania unos 500 euros netos al mes. En Alemania, un empleado con tareas y formación similares a las del rumano percibe 1.500 euros. La brecha salarial divide a Europa, esencialmente entre un Este más precario y un Oeste con mejores condiciones. En España las diferencias no son tan agudas (apenas 300 euros menos en la nómina respecto a los alemanes), pero la situación se agrava, según alerta la Confederación Europea de Sindicatos, cuenta El Pais.

Munca in fabricaFoto: AFP

Europa tendió durante años a la convergencia, pero la ampliación al Este y la crisis económica interrumpieron el proceso. Un estudio de la organización europea de sindicatos documenta una gran brecha salarial en el continente tomando como referencia la media alemana (que no es siquiera las más alta del club comunitario).

El trabajo, al que ha tenido acceso EL PAÍS, muestra las diferencias en términos comparables. En primer lugar, los valores se ajustan según el poder de compra de cada territorio (es decir, teniendo en cuenta que un litro de leche no cuesta en Polonia lo mismo que en Alemania). En segundo lugar, se liman las distorsiones que generan las estructuras económicas de cada país (por ejemplo, el menor peso que tienen en España las actividades cualificadas, más propicias a la remuneración alta).

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