Moldovan, que es hija de un sacerdote ortodoxo, ocupó el puesto 69 de la lista con la que el PP concurrió a las elecciones autonómicas de mayo de 2015 y aún no ha tomado acta como diputada. Al margen de su carrera política, una de las principales pasiones de la rumana es la pintura, sobre todo la figurativa. Ha llegado a exponer en diferentes ciudades como Nueva York, París, Berlín, Oporto, Bolzano, Sevilla, Santiago de Compostela y Madrid, relata el diario El País.

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Antes de ocupar su nuevo cargo, Moldovan formaba parte del comité ejecutivo del PP y se encargaba de temas relacionados con la integración y la inmigración. Además, trabajó en el Centro de Participación e Integración (CEPI) hispano-rumano de Alcalá de Henares, impartiendo clases de español y también de historia, geografía rumana "para que los niños de su país no perdieran los lazos con sus orígenes".

En materia de integración, ¿se están haciendo las cosas bien en Madrid? En Madrid me siento muy identificada con la labor de la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, en todo lo que se está haciendo sobre integración. Los CEPI, que los hay de diversas nacionalidades, incluso los llevaba la presidenta en su programa.

Considero Madrid como una ciudad abierta, cosmopolita y muy integradora. Solo hubo problemas con casos individuales. En los 179 municipios de la Comunidad hay mezcla de culturas, bien integradas entre sí. Además, a nivel general, son 164 las nacionalidades que conviven en toda la Comunidad, donde residen más de 1.200.000 inmigrantes.

¿Cuáles son tus principales proyectos como diputada? Estoy a disposición de lo que la presidenta considere, pero me parece que se ha hecho de manera correcta en cuanto al factor humano y social, el tema de los hermanamientos entre ciudades y municipios de la Comunidad de Madrid con provincias y pueblos de Rumanía.

Sobre mi trabajo, trataré principalmente que los rumanos participen mucho más en las elecciones autonómicas y municipales, porque son las únicas en las que, de momento, pueden participar. Hay que conseguir que los rumanos sean conscientes de que su voto importa al igual que el de otro ciudadano madrileño.

¿Qué sientes al convertirte en la primera diputada de origen extranjero de la Comunidad de Madrid? Es un honor muy grande, lo afronto con mucho entusiasmo e ilusión y considero que puede ser un ánimo para muchos otros compatriotas que son buenos en muchas otras profesiones, no solo en la política. Al final, el talento sobresale y animo a rumanos y no rumanos a que luchen porque algo bueno siempre espera a quien trabaja.

¿Cómo pasaste de la pintura a la política? Creo que la gente me fue conociendo a través de mi trabajo de mediadora intercultural en el CEPI hispano- rumano de Alcalá de Henares y llamé la atención. Hay mucho por hacer porque ahora mismo en el Corredor del Henares es donde se concentra la mayor parte de la comunidad rumana.

Estudiaste Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid y tu pasión es la pintura. ¿Qué tipo de pintura haces? Lo de pintora me viene desde pequeña, era mi vocación inconsciente, y pude ir a talleres de buenos maestros. Cuando pinto utilizo eso como mi manera de canalizar y expresarme. Mi arte es figurativo, me apasiona el factor humano, las siluetas, el ser humano como tal.