Expertos temen que la crisis de Crimea siente precedentes para otras regiones en conflicto de la antigua Unión Soviética. En Transnistria, por ejemplo, muchas personas desean pertenecer a Rusia. Después de un corto conflicto militar, en 1992, Transnistria se separó con ayuda rusa de la República de Moldavia. No obstante, a nivel internacional hasta la fecha ningún país reconoce a este territorio separatista, en el que todavía están estacionados soldados rusos. En 2006, cerca del 97 por ciento de los ciudadanos se pronunció en un referendo a favor de la adhesión de la región a la Federación Rusa, publica lacadena de televisión alemana DW.

Un restaurand Andy's pizza din Tiraspol. Lantul, prezent la nivel national atât in Transnistria cât si in Republica Moldova, se afla in proprietatea fiului ex-presedintelui moldovean Vladimir Voronin.Foto: Andrei Ionita

Según el periódico ruso Wedemosti, el presidente del Parlamento transnistrio pidió la semana pasada a Moscú que creara el marco legal para la adhesión de Transnistria.

“Rusia va por buen camino”

“Nosotros los eslavos deberíamos vivir con eslavos y Rusia va por buen camino”, opina un hombre con bigote en un mercado de Tiráspol, la capital transnistria. Más de un 60 por ciento de los cerca de 500.000 habitantes de Transnistria es rusohablante. El hombre del bigote asegura no tener nada en contra de la República de Moldavia o de la población de habla rumana. Después de todo, dice haber estudiado en la capital moldava. Sin embargo, se niega a hablar rumano en entrevista con DW.

El transnistrio culpa a Estados Unidos de los problemas políticos de la región: “Yugoslavia era un paraíso, pero los estadounidenses la convirtieron en un infierno. Lo mismo han hecho con Ucrania y lo mismo pasará con Moldavia”.

Asimismo, una maestra de matemáticas se pronuncia a favor de la integración a Rusia. Lo importante, señala, es evitar el caos que se vive en Ucrania. La maestra no tiene miedo de una crisis en la región: “Las tropas rusas protegen nuestras fronteras”. Pero no todas las personas en Tiráspol ven a Moscú como un amigo. Una señora que prefiere no mencionar su nombre ni ser fotografiada dice en voz baja: “Soy ucraniana. Entonces, ¿cómo podría aprobar la adhesión de Transnistria a la Federación Rusa?”

“Museo de la Unión Soviética”

Muchas guías turísticas occidentales describen a Transnistria como un “museo vivo de la Unión Soviética”. No obstante, el tiempo no se ha parado en esta región. Más bien, parecen coexistir distintas épocas.

En la capital, una joven de rizos rubios habla de sus planes de estudiar en Moldavia: “Porque allí hay un sistema educativo de nivel europeo”. Otro joven explica en rumano que todo depende de la calidad de vida. “Si en Moldavia ésta fuera tan alta como en Rusia, los ciudadanos rusos se vendrían a vivir aquí”.

Asimismo, dice sentir simpatía por Rusia, porque Moscú apoya económicamente a la región separatista de Transnistria. Además, la gasolina y el gas son más baratos allí que en Moldavia. Su mujer añade que los crimeos seguramente sacarán provecho de la adhesión de su península a Rusia: “Ahora obtendrán mejores pensiones”.

Para estos jóvenes únicamente Rusia parece ser un país atractivo. ¿Y por qué no también la Unión Europea, donde la calidad de vida es mejor aún? El joven se encoge de hombros: “Nunca he estado en Europa. No sé nada sobre esa región”.