Moldavia y la Unión Europea concluyeron el 12 de junio las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio, informa el diario Timpul. Un buen desenlace en unas conversaciones que durante mucho tiempo han estado amenazadas por la inestabilidad política que ha sacudido a esta antigua república soviética, candidata a adherirse a la UE. La noticia además constituye un primer éxito para el nuevo Ejecutivo pro-europeo de Iurie Leanca.

El acuerdo “se ratificará durante la cumbre de la Asociación Oriental, que tendrá lugar en noviembre de 2013 en Vilna (Lituania), y muy probablemente entrará en vigor a lo largo de 2014”, se alegra el diario moldavo, que enumera las ventajas de un acuerdo así:

"Integración económica del país en el espacio comunitario, liberalización paulatina del comercio de bienes y servicios, libre circulación de la mano de obra, reducción de los impuestos aduaneros, supresión de visados… aunque también hay que tener en cuenta las objeciones de los productores agrícolas, que temen que merme su competitividad".

Por su parte, el expresidente del país y jefe de la oposición, el comunista pro-ruso Vladimir Voronine, estima que “el acuerdo es una catástrofe, porque cierra la puerta hacia Ucrania y Rusia”.