Un apretón de manos de 10.000 millones de dólares ha acercado Ucrania a Europa y la ha alejado de Rusia. El Gobierno ucraniano y la petrolera Royal Dutch Shell han firmado esta semana un contrato histórico para la explotación de los campos de gas de esquisto en el este del país, informó Euronews.

Para las autoridades ucranianas, se trata de un paso de gigante hacia la independencia energética: “Es un paso muy importante hacia la independencia energética de nuestro país”, explica el ministro de Energía. “Por esa razón, debemos prestar atención a las relaciones con nuestros socios europeos, en este momento con la Royal Dutch Shell”. La oposición ucraniana pone “peros” al acuerdo alegando que la explotación del gas de esquisto, mediante fracturación hidráulica, conlleva serios riesgos de polución. Andrey Mokhnyk, diputado del grupo “Svoboda”, pide transparencia: “Se necesita un sistema claro de extracción de gas”, dice, “tenemos que entender cuáles son los riesgos y quién va a pagar en caso de impactos ambientales.

Ucrania, que depende del gas ruso para sobrevivir a sus crudos inviernos, alberga algunas de las mayores reservas de gas de esquisto del continente europeo. Las primeras prospecciones se harán antes de que acabe 2013. Si el resultado es positivo, la extracción a gran escala comenzará en un plazo de 5 años.