El presidente del Consejo Fiscal y profesor de la Academia de Estudios Económicos de Bucarest, Ionut Dumitru cuenta en una entrevista al periodista Benjamin Ribout publicada en la revista francófona Regard cuándo Rumanía podría estar lista para continuar su proceso de integración a la Unión Europea, con la adhesión a la zona euro. La clave, destaca, está en la convergencia interna, en las diferencias entre zonas, como Bucarest y Vaslui (al este del país). "La integración en la zona euro debería ser vista como catalizador y no como una finalidad en sí, y que, por tanto, pueda traernos un objetivo ambicioso que nos lleve a implementar reformas positivas”, asevera.

Ionut Dumitru, presedintele Consiliului FiscalFoto: HotNews.ro

“En calidad de miembro de la UE, estamos obligados a adherinos en algún momento a la moneda euro. Sólo queda saber cuando se producirá. La decisión nos pertenece, por supuesto, con el visto bueno del Banco Central Europeo. Repito, debemos estar atentos; otros países como Grecia y Portugal, ingresaron en la zona euro sin estar preparados plenamente”.

“Hablamos de una verdadero proceso político, no sólo económico, sobre todo cuando la disposición proeuropea se ha deteriorado en los últimos años en Polonia, Hungría, Chequía,… El convencimiento de estos países a adherirse al euro ha cambiado”.

“Retomando Rumanía, no está lejos de satisfacer todos los criterios, en cuanto a la convergencia nominal. Si miramos, sin embargo, la convergencia real, todavía tenemos mucho por hacer debido tanto a la estructura de nuestra economía como a que el PIB per capital llega al 55 % de la media europea. Ningún país no ha adoptado la moneda común con un mismo PIB. Incluso, los países bálticos superaban el 60 % de la media europea”.

“Bucarest podría integrarse mañana en la zona euro porque su producto interior bruto asciende al 120 % de la media europea, pero el porcentaje cae, en cambio, hasta el 20 % en el caso de la provincia de Vaslui, por ejemplo. El este del país se ha quedado retrasado. Antes de entrar, debemos mejorar la convergencia interna”.

“Además, la adhesión a la UE representó el vector más importante de las reformas de los últimos 27 años en Rumanía, pero la ausencia de objetivos tras el ingreso ha acentuado la crisis. "La integración en la zona euro debería ser vista como catalizador y no como una finalidad en sí, y que, por tanto, pueda traernos un objetivo ambicioso que nos lleve a implementar reformas positivas."