​El economista y exministro de Finanzas rumano, Daniel Daianu, señaló hoy en una distendida charla en el Desayuno deASEMER, celebrado en el hotel Cismigiu de Bucarest, que Rumanía dispone de grandes recursos para impulsar su economía, pero carece de las herramientas para obtener una rentabilidad que ayude a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Daniel DaianuFoto: Hotnews

“Tenemos grandes recursos, pero no cómo capitalizarlos”, precisó Daianu ante unos 30 asistentes que participaron en el evento organizado por la Asociación de Empresas Españolas en Rumanía (ASEMER).

Prueba de ello, la falta de desarrollo del turismo en las playas del Mar Negro: “Me sorprende la escasa presencia española, gran potencia en el sector turístico, en el litoral rumano”.

Incluso, el experto se atrevió a aconsejar el turismo de personas mayores como opción de negocio en esta región.

Daianu indicó que Rumanía ha conseguido equilibrar sus finanzas con una deuda pública del 40 %, una de las más bajas del grupo comunitario, y un déficit de un 1,5 % en 2015, pese a que las inversiones pública y privada han descendido del 33 % en 2008 al 24 % en 2014.

Sin embargo, la economía rumana se enfrenta a los mismos desafíos que la europea: caída de los precios del petróleo, incertidumbre de la bolsa china, la masiva llegada de refugiados y la amenaza del abandono de los Veintiocho por parte de Reino Unido.

“La perspectiva de una recaída económica es una realidad”, aseguró Daianu, antes de precisar que la zona europea necesita un nuevo “diseño”: “Los países ricos están favorecidos”.

Además, el exministro afirmó que Rumanía cuenta con una economía diversificada en distintas industrias como la aeronáutica, naval, automovilística y siderúrgica, entre otra muchas.

Esto se debe, sobre todo, a la importante mano de obra cualificada de los rumanos, que también destacan en el sector de las nuevas tecnologías.

“El fabricante de automóviles Dacia no tendría su centro de investigación en Rumanía si no hubiera gente preparada”, resaltó el actual miembro en el Consejo de Administración del Banco Nacional de Rumanía.

No obstante, Daianu subrayó que las nuevas inversiones que se pueden leer en los medios de comunicación son la apertura de un nuevo centro comercial o la inauguración de una cadena de tiendas.

“Necesitamos otro tipo de inversiones que impulsen el poder de adquisitivo”, advirtió.

En cuanto a la presión fiscal, Daianu explicó que se trata de una de las más bajas de Europa, con tan solo el 16 %, y que, por tanto, habría que estudiar la posibilidad de modificarlo.

“No puede ser que empresas con beneficios de miles de millones de euros paguen pocos impuestos; esto genera luego que se vote a partidos radicales de derechas e izquierda”, dijo.

El economista añadió que el Estado no puede ayudar a todo el mundo en alusión a la dación en pago: “Salvar a una persona con cinco o seis casas no tiene ninguna lógica económica”.

También precisó que existe una ausencia de cultura de negocios en Rumanía, que necesita ser apoyada a su vez por una mayor disciplina y seriedad.

Por último, Daianu recetó mayor inversión pública para fomentar las infraestructuras y mejorar los sistemas educativo y sanitario.