Leo por internet en varios artículos de la prensa rumana que, según la comisión Nacional de Previsión (Comisia Nationala de Prognoza, en un estudio que todavía no aparece en la web, Timis va a tener un 2016 muy positivo desde el punto de vista económico. De hecho la totalidad del país debería crecer a un ritmo del 4,1%, lo que puede parecer alto, pero a mí me parece aún muy bajo para un país que está aún tan lejos de la media europea.

José Miguel ViñalsFoto: Hotnews

Si Bucarest fuese el agujero del dónut, Ilfov sería el dónut en sí. Podemos por tanto decir que, tras la capital y periferia, Timis seguirá siendo la región más potente del país, por delante de Cluj. Cluj es una ciudad dinámica, potente, moderna y admirable desde muchos puntos de vista, no el que menos su capacidad de convencer a todo el mundo de que es la segunda mejor región del país cuando de hecho es la tercera y lo lleva siendo desde hace mucho. Dado que Cluj parte con la clara desventaja de su geografía montañosa frente a la llana Timis, tenemos dos opciones: O les felicitamos (a Cluj) por su capacidad de sobreponerse a sus problemas orográficos y alabamos la capacidad de sus ciudadanos, empresarios y clase política o lamentamos que en Timis, a pesar de partir de tan magníficas condiciones (geográficas, orográficas, de recursos…) no hayamos sido capaces de destacar mucho más sobre el resto de Rumanía, mandando una colleja a su población, empresarios y clase política. No quiero quitarle méritos a Cluj que los tiene, pero yo soy más partidario de la segunda opción.

Bueno, pues según comenté, a Timis le espera un muy buen 2016:

  • Crecimiento del 4% del PIB
  • PIB/persona: 10.926 €
  • Paro del 1,4%
  • Aumento del número de trabajadores: 3,8%
  • Crecimiento del salario medio: 7,5%

Lo que no veo es un gran aumento de la productividad, pues si para crecer un 4% de PIB necesitamos un 3,8% más de empleados, es decir, casi lo mismo, implica un aumento de la productividad (riqueza producida por trabajador) irrisorio. Es decir, el modelo productivo seguirá siendo similar y por tanto seguirá afrontando los mismos problemas actuales, siendo el principal: ¿De dónde sacaremos a los nuevos trabajadores?

Y es que la expansión real de la provincia está limitada por la falta de mano de obra. No hay gente. Tal como se comenta en uno de los artículos citados arriba de todo, los parados de zonas pobres de Rumanía tienen grandes reticencias a emigrar pues este es un país de propietarios, y puestos a hacerlo, se van a países occidentales donde ganan mucho más.

No es que se mueran más de los que nacen, es que los vivos se van. La verdad es que perder 1,6 millones de personas, muchos trabajadores, en 11 años es de traca. No nos vamos a desarrollar a menos que: o vuelven los que se han ido (cosa poco factible en grandes números) o aumentamos la productividad del resto (más sencillo en teoría…).

Supongamos en cualquier caso que es acertado un crecimiento esperado del 3,8% en el número de trabajadores en Timis para llegar a 223.600 unidades. Es decir, se parte de 215.414 trabajadores y se ganarán 8.186 durante el año. La media de personas/trabajador y de personas/hogar es aproximadamente 3.25 (población total de la provincia 700.000 aprox). Si las proporciones se mantienen habría que esperar un aumento de 26.600 personas en la provincia este año. ¿Muchas? ¿Pocas?

El Ayuntamiento de Timisoara y algunos políticos hablan desde hace tiempo de la posibilidad de alcanzar en breve una población de 500.000, 750.000 o hasta 1.000.000 de habitantes en la ciudad (partiendo de los 315.000 actuales). Un crecimiento de 26.600 personas en el mejor de los casos, es decir, todos en Timisoara y nadie en el resto de la provincia, es claramente insuficiente.

La población en Timis se concentra en la capital Timisoara y en los pueblos de los alrededores, que son los que de verdad están creciendo en población e industria.

A medio plazo veo la zona de la siguiente forma:

Timisoara: crecimiento en servicios: comercio, turísticos, cultura, financieros, IT, sector público, ciudad universitaria, sector médico, construcción, otros servicios. En general sectores con alto valor añadido. La industria irá desplazándose poco a poco a zonas limítrofes por menores costes administrativos y mejores infraestructuras. Debería atraer bastante población nueva y hay mucho espacio donde rehabilitar o construir nueva vivienda.

Primer cinturón: Industria y residencial. Mejores zonas industriales: Norte y este, algunos pueblos con marcado perfil industrial, la logística puede tener una gran importancia; zonas residenciales repartidas todo alrededor con fuerte crecimiento.

Resto provincia: Desarrollo agrícola intensivo y zonas industriales en el norte y este. Zonas residenciales de importancia bastante menor.

El crecimiento de la población sería por tanto diferenciado:

Timisoara: gente joven y muy preparada de otras ciudades universitarias de Rumanía: “Vive en Rumanía como en Europa Occidental”. Timisoara podría ofrecer la posibilidad de un alto nivel de vida, similar al de muchas ciudades europeas, sin dejar de vivir en Rumanía con las muchas ventajas que ello tiene. Podría atraer también a trabajadores de otros países europeos, no somos pocos los extranjeros que ya vivimos aquí. Los sueldos no serán tan altos, pero tampoco los costes de vivir lo son.

Primer cinturón: en pueblos industriales, mano de obra no tan calificada, proveniente de provincias con mayor paro, algunas tan cercanas como Caras-Severin o Hunedoara o incluso de Bulgaria o Serbia. Esto, por las razones ya explicadas, puede ser complicado. Se requiere un esfuerzo conjunto de empresas y administraciones para convencer a esas personas de las ventajas de mudarse a Timis.

Resto provincia: Ningún crecimiento, más bien éxodo a la capital y primer cinturón, sobre todo a medida que se sigan compactando terrenos y haya menor número de agricultores.

Para 2016 y siguientes, es de esperar un aumento de la construcción residencial (suponiendo que una parte importante de los nuevos trabajadores vengan de fuera de la provincia), tanto a nivel unidades como precio medio, de la construcción industrial y de la construcción pública para dar servicio a las demás.

Creo en cualquier caso que es más importante un crecimiento de la calidad de la productividad y por tanto del nivel de vida de cada ciudadano que no de la cantidad de gente que viva en la ciudad. Al final, si se vive bien, la gente vendrá.

Y cierro reiterando mi insatisfacción por el 4% previsto de crecimiento. Es claramente insuficiente. Timis debería crecer no menos del 10% anual durante un buen número de años para llegar a ser lo que desea: la verdadera segunda capital de Rumanía. A ver si la colleja nos despierta.

José Miguel Viñals

Director General Diagonal Conslting SRL (Via Rumania)

Cónsul Honorario de España en Timisoara