Hace poco desayuné leyendo un artículo sobre Rumania en el prestigioso diario español “Expansión” titulado “Rumanía, un mercado con mucho potencial para las empresas” y confieso que me he quedado frío, tan frío que ni el café ni la calefacción me han podido devolver a una temperatura normal hasta que he empezado esta redacción.

José Miguel ViñalsFoto: Hotnews

No me malinterpreten, es de agradecer cualquier intento de acercar Rumanía al lector español. Además, cuando este acercamiento lo lleva acabo un medio tan importante como Expansión, se puede estar seguro de que llegará a mucha más gente y de forma muy efectiva.

2013: En verde las zonas más ricas según renta per capita, en rojo las más pobres. No se lleven a engaño, el coste de la vida no es el mismo que en España, no pueden comparar tan fácilmente.

Es por ello que lamento que el artículo no contenga más que informaciones muy reduccionistas (*), superfluas, estereotipadas, simplonas, poco desarrolladas, incluso erróneas en algún punto y que puede llevar al inversor a expectativas que luego no se cumplan. La lectura del artículo por parte de un lector que no sepa nada de este país le confirmará lo que posiblemente ya leyó antes (en análisis igual de ligeros) y que no sólo no van a despertar el interés del empresariado sino que, si tenía alguno, se lo van a apagar. Palabras como “país de los más pobres del Viejo Continente”, “mano de obra barata y no calificada”, “se valora más el precio y las condiciones de pago que la calidad, diseño o marca” “les gusta regatear” no son de lo más glamuroso del mundo como descripción de un destino empresarial. Más bien lo contrario. El inversor que busque ese “potencial” del que habla el título vendrá pensando que visita un país de miseria y de miserables, poco preparados, amantes de lo cutre y con prácticas negociadoras propias de un mercadillo de baratijas. Quizá esta mañana me sentí frío al leerlo. Ahora al repasarlo me caliento, porque la indignación es lo que tiene, que ayuda al calentamiento global.

Veamos. En primer lugar comentar algunas cuestiones del artículo que me parecen básicas:

  • 5% será el impuesto sobre dividendos a partir del 1 de enero de 2016, momento en que el IVA general baja al 20%

    El lector creerá que el IS de “las compañías de menos de 10 trabajadores y con una facturación igual o menor a 100.000 € es del 3%” calculado sobre el beneficio, igual que el 6% para las otras empresas o el 28% que se tributa en España. Pues no. El 3% a pagar se calculará sobre la cifra de ventas, tanto si la empresa tienen beneficio como si no lo tiene. Es decir, puede salir ganando y pagar impuestos muy pequeños en caso de tener un gran beneficio o puede salir perdiendo si tiene pérdidas y le toca pagar sí o sí. Pero además, dado que el posible inversor ya vendrá el año 2016, a su inversión se le aplicará la reforma fiscal recientemente aprobada que establece que el 3% es para empresas sin empleados, el 2% si tienen 1 empleado y el 1% si tienen 2 o más. Es decir, la situación puede ser realmente magnífica para pequeñas empresas capaces de hacer un buen negocio, con un buen margen y muy pocos impuestos. Para saber más sobre la fiscalidad rumana del 2016 pueden leer  https://goo.gl/cWPJcS
  • “Bajo coste de producción propiciado por mano de obra barata y no cualificada”. Es cierto que existe una bolsa de mano de obra barata y no cualificada que apuntala un desarrollo industrial que aún se expande. Pero la realidad es que la economía y el progreso del país van por otras vías. La Industria rumana, la industria con mayúsculas, la que se establece en zonas de desarrollo industrial, ya hace tiempo que no paga salarios de miseria por la simple razón que no encontraría gente dispuesta a ello. Quizá aún haya casos en alguna pequeña industria, pero son excepciones. El paro nacional ronda el 7%, en el oeste del país es bastante más bajo (1,7% – 3%), el gran problema de las empresas es encontrar trabajadores, y esto impone una presión al alza de costes. hay que tener en cuenta también que existe gran cantidad de trabajadores cualificados, que tienen una alternativa segura: marcharse a Alemania. La mayoría preferirán quedarse en Rumanía si obtienen un salario que les permita una vida correcta, y sí, es mucho menos de los que cobrarían en Alemania, por lo que se puede decir que representan un coste de personal inferior, pero no mano de obra barata. La lista de empresas tecnológicas que se han instalado o creado en Rumanía es muy larga, lo mismo que de industrias de alto valor añadido, y si alguien cree que sus plantillas se componen de un montón de gente sin formación que ganan 190 €/mes, están bastante equivocados. La ventaja de la industria en Rumania está en poder disfrutar de costes de personal bastante más reducidos que en Europa Occidental para personal de calificación media y alta y de una excelente ubicación geográfica que permite una actividad comercial que no se limita a “otros mercados del bloque oriental” sino a un área inmensa que va desde Centro Europa a Asia Central, pasando evidentemente por toda Europa oriental y Turquía. Además de tener ciertas facilidades para entrar, a través de Serbia, en Rusia.
  • “Constituir una empresa en el país rumano (¿España es un “país español”? ¿Francia es “un país francés”? no sé, me suena como muy feo. ¿Quizá quiso decir en Rumania o en territorio rumano?) tiene unos costes bajos. El capital social mínimo para formar una SL es de 60 €…”. Yo me pregunto, ¿desde cuándo el capital social de una empresa es un coste? ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que con 60 € se crea una empresa? Dejando de lado que para su posterior funcionamiento (es decir, los costes e inversiones normales) la empresa necesitará disponibilidades muy superiores, ya sean en forma de capital o préstamos de socios, el coste de montar una Seguro que se acuerdan de esta expresión tan clara… pues eso

    empresa en Rumanía difícilmente bajará de los 1.000 € entre pitos y flautas, siendo los pitos las tasas del registro y las flautas las tarifas de todos los profesionales que deberán intervenir: notarios, abogados, traductores jurados, consultores, sin contar el tiempo que se quiera perder en el asunto. A más tiempo empleado directamente por el socio más barato le saldrá, pues podrá hacer más o menos solito lo que de otra forma pagaría a un profesional para que se lo hagan. Cuidado con los que “le montan la sociedad por cuatro duros”, que los hay …

Destacan en el artículo frases que, a parte de ser incorrectas, demuestran poca preparación:

  • “El Gobierno de Klaus Iohannis ha facilitado…” A menos que Klaus Iohannis, Presidente de Rumanía y Jefe de Estado, se haya convertido (y yo sin saberlo) en la Reina de Inglaterra, la fórmula suena ridícula. En España se dice “el gobierno de Rajoy”, no “el gobierno de Felipe VI”. En Rumanía el gobierno es el que monta el Primer Ministro, en el pasado el Sr. Ponta y en la actualidad el Sr. Ciolos.
  • El párrafo final no tiene desperdicio. No lo reproduzco entero pues lo analizaré por partes. Para redactado destinado a niños de parvulario o como introducción para nuevos Marco Polo en destinos exóticos nunca antes visitados sería simplista, pero para hablar del empresariado rumano de 2015, a 3 horas en avión de Madrid, ciudadano europeo con nuestro mismo trasfondo cultural, resulta un insulto a la inteligencia. Vamos a ver:
  • “Para cerrar negocios con los rumanos conviene cerrar las reuniones con dos o tres semanas de antelación”: Pues vaya una novedad, como si en España conviniera cerrarlas dos días antes… Supongo que preparase una agenda es bueno en todas partes, más que nada porque si llamo de hoy para mañana es posible que no tengan tiempo para recibirme.
  • “Les gusta que se actúe de forma franca, ya que cualquier contradicción puede provocar recelo en el interlocutor”: Por lo visto los empresarios rumanos se diferencian de los  empresarios de otros países, a los que les gusta que se actúe con un poquillo de guasa y mentirijillas, pues les pone. Que no hombre, que no. Que no son indígenas de ninguna isla recién descubierta a quien vender cuentas de cristal, que muchos pasaron muchos años intentando sobrevivir los últimos coletazos de dictadura comunista o crecer en el caos posterior y son más listos que el hambre, que no vayas de listillo que te pillan.
  • “Se recomienda que en la exposición abunden cifras y datos que refuercen lo que está argumentando”: Pues como en cualquier lado, ¿no? ¿O es que para argumentar en Alemania les cuento batallitas de Hazañas Bélicas?
  • “Ellos valoran más el precio y las condiciones de pago que la calidad, el diseño o la marca del producto”: ¿Quiénes son “ellos”? ¿Los empresarios rumanos? ¿El Gobierno rumano? ¿Las administraciones públicas? ¿Los consumidores finales? Pues habrá que si, y habrá que no. Dejando de lado que detesto las generalizaciones (los catalanes son todos tacaños, los andaluces son la alegría de la huerta, los gallegos nunca sabes si suben o bajan,… y demás tonterías) pues no sirven de nada y provocan más mal que bien ¿Me puede explicar alguien, según ese criterio y por dar un ejemplo muy visible, por qué hay tal abundancia de coches de alta gama en todo el país?… Hay empresarios que buscan calidad sobre todo, otros precio, la mayoría un equilibrio, las marcas se valoran mucho si tienen imagen pública positiva y poco si son desconocidas (como en España, que por eso se hace publicidad), y sobre la forma de pago qué decir, pues que lo habitual en Rumanía es pagar una parte a la confirmación del pedido y el resto a la entrega, y que si el proveedor es extranjero, mejor  que se asegure el cobro con los múltiples sistemas existentes en el mercado, igual que si vendiera a cualquier otro país, y que como en todas partes, maximice la prudencia y se evitará problemas. Hagan contratos para todo, y que quede todo firmado, más vale prevenir que curar.
  • “Por eso, conviene empezar con valores altos, ya que les gusta regatear”: Hay que reconocer el esfuerzo del autor, y admitir que como última frase para cerrar el artículo, ésta es casi insuperable. Se “regatea” en el mercadillo, las empresas negocian. No, no vaya con actitud de entrar en el regateo (la simple idea me resulta caricaturesca), dejando caer un precio como que no le importa  según vea si la sede de la empresa que visita es moderna o un cuchitril, o si su interlocutor viste o no de marca. Haga lo mismo que en España o que en cualquier mercado donde funcione su experiencia comercial. Deje en casa los aires de superioridad, aquí viene a vender o a buscar un futuro para su empresa, no a conquistar un nuevo mundo. Nadie le espera ni le necesita. Empiece con un precio razonable, que no son tontos y recibirán varias ofertas de lo que sea, y si debe hacer después un esfuerzo mesurado para ponerse a tiro pues lo hace, que todo el mundo lo entenderá y apreciará. Y si le sale el contrato, se va de vacaciones a Marrakech y visita el zoco, donde podrá regatear, pues es lo que divierte al turista y espera el vendedor.

Está claro que la autora no se inventó lo que escribe. Transcribe, sin ningún criterio ni verificación ni rigor, lo que alguien le contó en una conversación de 10 minutos más propia de bar entre cervezas y amigos del que ha vuelto a España tras un año en Bucarest, ha oído campanas y no se sabe dónde pero se las da de listo. Lo que no está claro es si quería animar la presencia española en Rumanía o evitar que venga nadie más.

¿Quieren saber cómo son los rumanos? Lean el estupendo libro del Prof. Daniel David “Psihologia poporului roman” o un resumen del mismo en español que encontrarán aquí https://goo.gl/Q3ykZM

¿Quieren conocer las muchas y buenas oportunidades que ofrece Rumanía para grandes y pequeños empresarios españoles? Pues lean alguno de los 100 artículos delo blog Rumania Empresarial https://rumaniaempresarial.wordpress.com/, porque sí, coincido con la autora en que Rumanía es un mercado con mucho potencial para las empresas, y es una pena no considerar este país en la estrategia de internacionalización que una parte de la empresa española ha emprendido en los últimos años.

Así que nada, felicidades por poner de nuevo a Rumanía en Expansión como país destino. La próxima vez prepárenselo un poquito más y quizá consigan que parezca serio y todo.

José Miguel Viñals

Director de Diagonal Consulting SRL (Via Rumania)

Cónsul honorario de España en Timisoara, Rumanía

(*) He dudado sobre la conveniencia de usar esta palabra, y he visto que no se encuentra en el diccionario online de la RAE, pero también he visto que en la misma base de la RAE se usa en un análisis literario sobre la obra “El sí de las niñas” de Moratín, por lo que, sin indagar más, me he dicho que ahí va.