Días atrás uno de mis mejores clientes (y de los mejores empresarios que conozco) estuvo de visita en Timisoara. Construye una nave industrial de unos 3.000 m2 ya que la que actual de 1.500 m2 se le ha quedado pequeña. No a todo el mundo le va tan bien, pero mi cliente no es ni mucho menos una excepción.

José Miguel ViñalsFoto: Hotnews

Comentábamos durante la cena que parece que la crisis está pasando en España, que los datos mejoran y que esperamos que no sea un espejismo pre-electoral sino botón de muestra de un crecimiento a largo. Es una mejora que todos ansiamos; la época de vacas flacas se ha hecho demasiado larga, las vacas demasiado flacas, y ha tenido efectos devastadores en la clase media española, columna vertebral de cualquier país.

Mi cliente hizo una pausa entre bocado y bocado y me dijo serio: “Si España mejora a ti te irá peor”. Me sorprendió tal afirmación, e inmediatamente me pasaron por la cabeza las tres nuevas empresas de otros tantos empresarios que justo estábamos creando esos días. Entendí enseguida lo que quiso decir: si las empresas españolas vuelven a tener negocio en España ya no verán la necesidad de salir, se recogerán de nuevo en la comodidad peninsular y volverán a concentrar todos sus esfuerzos (e inversiones) en el mercado interno. A los ojos de mi cliente (hombre nada acomodadizo, dicho sea de paso) el empresario español prefiere no moverse mucho, no abrir delegaciones, no complicarse la vida en otros países…. adiós Rumanía…

Reconozco que, en mi fuero interno, me irrité. Pero no con él. Me irrité con la simple posibilidad de que tuviera razón. Por suerte la irritación me duró poco y pude continuar con mi pechuga de pollo con arroz. No, no puede ser, o quizá sea para algunos, pero no para todos, no para los buenos empresarios. No volveremos a ocho años atrás, aunque crezcamos, o quizá porque crecemos, la empresa española ya no se va a conformar con el mercado nacional, no ahora que, por culpa o gracias a esta crisis eterna a descubierto el MUNDO. Sí, el MUNDO con mayúsculas, un planeta de varios miles de millones de consumidores a los que podernos acercar, a los que vender, de los que comprar, países enteros donde establecer nuestras empresas, mercados en los que competir. No una península ni un conjunto de países, el MUNDO.

Europa del Este y Asia Central son algunos de esos mercados en que España NO ESTABA PRESENTE y ahora empieza a estarlo. Me parece por tanto oportuno listar las razones por las que las empresas españolas deben considerar implantarse en Rumanía:

1. Porque Rumanía, y en particular el oeste del país es el centro geográfico de la Europa del Sudeste, con más de 250 millones de consumidores potenciales y debería llegar a ser el centro logístico.

Desde el oeste de Rumanía, de las ciudades de Timis y Arad, se llega en muy pocas horas a un importante número de países vecinos, algunos de ellos de un poder adquisitivo tan elevado como Austria y Alemania.

Si bien el resto de países no disponen de las rentas per cápita de Europa Occidental, los últimos dos años han mostrado un importante repunte económico y fuerte crecimiento del consumo (7% en Rumanía en 2014).

2. Porque Asia Central está, si no a un tiro de piedra, sí mucho más cerca de Rumanía que de España, e incluye un conjunto de países entre los que destaca Kazajistán, con importantísimos crecimientos económicos en la última década, a pesar de la crisis, y que ya es una realidad de destino exportador para algunas de las empresas españolas en Rumanía desde el puerto de Constanza. ¿En qué áreas? Por ejemplo construcción de grandes infraestructuras industriales: se construyen en Rumanía (baratas), se llevan a Constanza (transporte inferior y más barato), se embarcan cruzando el Mar Negro hasta Georgia, Azerbayán, y Mar Caspio hasta Kazajistán. Traer eso mismo desde España sería casi prohibitivo en precio y no competitivo en fabricación. Rumanía es el pilar del puente que hay que construir para unir España de Asia Central.

3. Porque en Rumanía se encuentra mano de obra calificada y de alto valor añadido a precios muy reducidos. Ya escribí recientemente un artículo sobre la cada vez mayor presencia de empresas de IT en Bucarest, Cluj y Timisoara (el rumano es el segundo idioma más hablado en Microsoft). El coste total de un técnico puede ir de los 1.000 € a los 3.000 €, con sus más y sus menos, según el grado de experiencia, muy inferior a los que cuestan en España o Alemania. Y estos sectores de gran importancia económica son sobre los que estas ciudades quieren basar parte de su desarrollo futuro.

4. Porque a pesar de lo anterior se sigue encontrando mano de obra muy económica con la que producir a precios compatibles con China. Por el mínimo salarial (unos 200 € netos, 325 € coste total) no se encuentra ya a nadie en las mayores ciudades, pero no así en los pueblos, incluso de zonas occidentales.

5. Porque la zona está creciendo bastante más que la media europea y seguramente continuará por esta vía gracias a los fondos europeos, a la inversión extranjera y a una mejor explotación de sus recursos naturales.

6. Porque la tierra agrícola de primera y segunda calidad sigue a unos precios muy accesibles (3.000 a 6.000 €/ha) comparada con la de Europa occidental, a pesar de las importantes subidas de los últimos años, y el consumo de alimentos crece en todo el mundo y lo seguirá haciendo impulsado por la creciente demanda asiática (en el mapa se muestran en marrón los cinturones de tierra chernozem, consideradas entre las más productivas del mundo por su alto contenido de fertilizantes naturales (https://es.wikipedia.org/wiki/Chernozem).

7. Porque Rumanía es parte de la Unión Europea, está modernizando su estado, sus leyes y procesos internos, reduciendo en grandes pasos su corrupción (a pesar de que haya gente que no se entera), adecuando sus administraciones y por ahora mantiene unos niveles impositivos muy bajos, excepto el IVA, respecto a los occidentales (Sociedades 16%, IRPF plano 16%, IVA 24%). Hay una propuesta de reducción impositiva para 1 de enero 2016 que aunque por el momento está en revisión parlamentaria al no haberla aceptado el Presidente, posiblemente acabe representando una reducción global de varias tasas, incluido el IVA.

8. Porque es, de todos los países del este, el único con una lengua de origen latino, que un español puede aprender con relativa facilidad, donde hay mucha gente que entiende y habla el español, y donde por lo general los expatriados se sientes cómodos desde un principio, sobre todo si se encuentran en las mayores ciudades. Y además, la población habla por lo general inglés, y muchos rumanos otros idiomas, ya sean de uso internacional (alemán, francés, italiano, ruso) o de uso regional (húngaro, serbio, ucraniano, eslovaco,…) por las importantes minorías que alberga el país. Además es políticamente estable, en una zona de inestabilidades históricas, y es socio de la OTAN con gran importancia estratégica por la misma razón.

9. Porque hay unos 800.000 rumanos en España, lo que representa un importante granero de personal que puede ayudar a la implantación en Rumanía, si bien mi experiencia es que precipitarse en la elección de dicha persona y no valorar bien su valía profesional acostumbra a acarrear graves consecuencias para la empresa.

10. Porque en Rumanía hay todo un conjunto de empresas españolas en las principales ciudades (Bucarest, Cluj,..), incluida Via Rumanía en Timisoara con ya 8 años de experiencia, que apoyamos, de forma muy profesional, a los empresarios a que se instalen, con el objetivo de que triunfen en este país y los podamos mantener como clientes durante mucho tiempo. Y aquí insisto en la necesidad de apoyarse en estas empresas, de buscar su asesoramiento, de aceptar sus consejos y de mantener sus servicios una vez pasada una primera fase de introducción, pero no sólo como gestores sino como asesores. Nuestra lealtad estará al lado de los socios de la empresa cliente, indiferentemente de quien sea el personal de confianza que en un momento u otro pueda estar. Y esto vale más de lo que parece: he visto varios casos de personas de confianza que no merecían serlo, algunos de ellos con consecuencias dramáticas para el inversor. El coste que un asesor pueda representar no es nada comparado con el de los problemas que puede evitar, si se le deja.

11. Porque España es un país apreciado en Rumanía, simpático a la población y visto como un país profesional, (sin llegar a los niveles de Alemania) y con una reputación muy alta. Rumanía sabe que España ha acogido a una gran cantidad de emigrantes que en su mayoría se han integrado perfectamente y sin sufrir ninguna discriminación, y esto es algo presente en el consciente de la población rumana. Hay afecto.

12. Porque los niveles de seguridad personal en Rumanía son muy elevados, nada que ver con la imagen que a veces tienen los que vienen o los que no quieren venir. Hay gente que al llegar en visita por primera vez me dicen que se han dejado el reloj en España… posiblemente esté, aquí, más seguro en su muñeca que en su casa. Pero sin llegar a esos extremos todo el mundo me comenta que no es lo que se habían imaginado, que la realidad es mucho mejor.

13. Porque la cercanía con Serbia permite el establecimiento de un centro de operaciones a través del cual entrar en Rusia, Bielorrusia y otras ex-repúblicas soviéticas en condiciones favorables, tanto aduaneras (libre mercado) como de tiempo de espera a las importaciones.

14. Porque el nivel de inversiones de estado que deberán venir en los próximos años será enorme. Hasta ahora (y aún ahora) tengo grandes reticencias a que las empresas españolas liciten en obra pública en Rumanía: la obligación administrativa de escoger la oferta de menos coste (sin mirar la competencia técnica u otros factores) hace que no conozca a ningún licitador que haya quedado contento al final de la obra ganada (quizá haya alguno, pero yo no lo conozco…). Esto cambiará próximamente pues la nueva ley de licitaciones está en trámite y cambia el procedimiento de elección equilibrando precio y calidad de la oferta en un entorno que será mucho más atractivo y seguro para la gran experiencia española en infraestructuras.

15. Porque ya hay un entramado de empresas españolas en casi todos los sectores (manufactura, transporte, construcción, agricultura, turismo,…) que pueden colaborar si lo desean (no siempre quieren), tal como lo hacen mis admirados alemanes y como intento que hagan las que están en Timisoara, a las que pongo en contacto entre sí y que a menudo a resultado en buenas y fluidas relaciones entre ellas con beneficio mutuo.

16. Porque abrir un centro productivo o filial en Rumanía NO significa cerrar o reducir la unidad española, sino que a menudo apuntala la central permitiendo que los servicios de mayor valor añadido (marketing, comercial, I+D,…) desde España den servicio a más territorio y permita fabricar más barato, compitiendo con Asia y abriendo NUEVOS MERCADOS a los que la fabricación española no puede llegar.

17. Porque Rumanía necesita empresas en sectores tales como turismo, agricultura, explotación de recursos naturales, energía,… que aporten su experiencia internacional, y España es puntera en muchos de estos ámbitos económicos.

18. Porque las empresas españolas que lo han hecho bien tienen por lo general un buen éxito. Y a mi experiencia me remito. Pero hacerlo bien no es tan fácil. No basta con saber del propio negocio, hay que dejarse orientar, y aquí vuelvo a poner sobre la mesa los servicios profesionales.

19. Y para terminar, aunque seguro que hay más motivos, porque ya no hay marcha atrás, y quedarse mirando sólo a España o a sus destinos tradicionales no es en ningún caso una alternativa de futuro para nuestra empresa.

Acabé así mi cena con algunas de estas ideas en la cabeza y me quedé bastante tranquilo ante mi cliente, seguro de que mañana será aún mejor.

José Miguel Viñals

Director General de Diagonal Consulting SRL (Via Rumania)

Cónsul Honorario de España en Timisoara