Rumania podría tener un crecimiento económico del 5% anual si al menos 10.000 rumanos de los que emigraron en el extranjero para trabajar, decidieran volver y montar un negocio en su país. Esta fue una de las conclusiones principales a las que llegaron los representantes de la organización (RBL) Romanian Business Leaders, durante el lanzamiento del proyecto de repatriación de rumanos Re>patriot, relata Ziarul Financiar.

Marian Linn trabajo durante un decenio como controladora de negocio para Siemens en Alemania y Suiza. A comienzos del año 2000 volvió a Rumania para poner la base de un negocio con productos lácteos. Carpalat, compañía que dirige ahora en Sibiu, tiene una red de cerca de diez tiendas de barrio en la misma provincia y casi 50 empleados. Junto a la fábrica de lácteos que produce bajo la marca Mandra, la empresaria también posee una confitería.

Nicuta Enache ha trabajado durante 12 años en Italia en el sector de la restauración, en Roma, a dos pasos del Vaticano. En el mes de marzo del año pasado decidió volver a casa y preparo la apertura de su propio restaurante. Ha invertido 30.000 euros en la Osteria Ciao Niki, en la calle Mihai Eminescu de la Capital, que abrió sus puertas a comienzos de diciembre pasado.

Son solo dos de los muchos ejemplos que existen sobre este tema.

Texto traducido por Translation Agency SRL