El primer ministro rumano, el socialdemócrata Victor Ponta, se ha anticipado a señalar, a menos de una semana de la segunda ronda de las presidenciales, que Rumanía podría carecer de gas de pizarra, con lo que se pondría fin al debate medioambiental que ha provocado protestas.

Protest gaze sist_Bucuresti_6Foto: Hotnews

“Parece ser que no tenemos gas de esquisto”, declaró anoche Ponta en una entrevista a Antena 3, dejando claro que “el debate se ha aplazado”.

“Nos hemos peleado duramente por algo que no tenemos. No creo que hayamos discutido por algo que existe”, precisó el primer ministro sin que añadiera más detalles al motivar que no puede contar más sobre este asunto.

Durante la entrevista, Ponta insistió en que Rumanía debe producir la cantidad suficiente de energía para ser independiente, gracias a los yacimientos del Mar Negro que también están en fase de exploración.

Hace un mes, el ministro de Economía Constantin Nita afirmó que Rumanía puede ser un “jugador importantísimo” en el campo energético, puesto que “dispone de todos los recursos posibles”.

En julio de este año, Chevron finalizó las actividades de exploración de gas de esquisto en el perímetro de Silistea, en la provincia de Vaslui (noreste), una de las más pobres del país, tras dos meses de perforación hasta los 3.000 metros de profundidad.

Ahora, los expertos de la compañía están analizando el potencial del yacimiento tras “tomar muestras de rocas”.

Los habitantes de la zona de Vaslui se han manifestado reiteradamente para expresar su malestar por la extracción de gas de pizarra mediante el método de fracturación hidráulica o “fracking”.

Esta técnica consiste en inyectar enromes cantidades de agua con arena y aditivos químicos a alta presión en la roca del subsuelo, por lo que este sistema pone en riesgo de contaminación a las capas freáticas y favorece los temblores de tierra.

Según un estudio de la agencia de información energética de Estados Unidos (EIA), Rumanía contaría con unas estimadas reservas de gas de esquisto de unos 1.400 millones de metros cúbicos.