Muchas máquinas, pero también mucho trabajo manual, una sola familia de modelos, orden, amabilidad, familiaridad… De esta manera se podría describir en unas cuantas palabras lo que uno puede ver durante una corta visita en la planta Renault de Palencia, España. Lo más interesante es que esta planta se parece muchísimo a la de Dacia de Mioveni, Rumanía.

In uzina DaciaFoto: Dacia

Igual que en las presentaciones de la planta de Mioveni, en Palencia nos hemos enterado de que también la planta española es una planta "de referencia" para Renault. Al mismo tiempo, también las líneas de montaje se parecen mucho a las rumanas e incluso los trabajadores/operadores españoles que se encargan de los coches tienen unas caras familiares. No logro darme cuenta bien si es por las telenovelas o simplemente porque los españoles se parecen de verdad (físicamente) a los rumanos. O a la inversa. En Palencia hay un total de 1.779 empleados y 952 robots, pero aunque el número de robots sea grande, muchas de las operaciones están realizadas manualmente, al igual que en Mioveni, y los robots solo tienen el papel de ayudar a los operadores humanos. La media de edad en la planta es de 43 años.

El pasado de la planta de Palancia muestra similitudes aun mayores con su homóloga de Mioveni. El famoso Renault 12, en el cual tiene sus raíces Dacia 1.300/1.310, fue el primer automóvil Renault producido en Palencia, en 1978, cuando se inauguró la factoría. Pero solo unas 20.660 unidades se han producido hasta el momento.

Con tantos elementos visuales e históricos comunes, se me viene en mente una y otra vez la plática que tuve en abril del 2013 con Radu Mavrodin, en esos momentos director del departamento de recursos humanos para Renault Rumanía y la región EUROMED. En pocas palabras, él afirmaba que era posible el caso en el que en Mioveni se vieran producidos más y más modelos Renault, al igual que en Marruecos modelos de la marca Dacia, y esto teniendo en cuenta los costes y la lucha fratricida entre las dos plantas.

Es cierto que la planta Renault de Palencia se ve claramente beneficiada por los años de desarrollo que España le lleva a Rumanía. La infraestructura de transportes es incluso superior a la de Alemania, hay un cierto orden, limpieza, y la gente es un poco más digna y orgullosa del trabajo que desempeña. Y esto es normal. Con el paso de los años, en Palenencia se produjeron modelos de gama alta, como Laguna I y R21, y no como en Mioveni modelos mediocres tales como SuperNova o Solenza.

Pero si miramos un poco las cifras, nos podemos dar cuenta de que los españoles no deberían tener complejos de superioridad, como tampoco deberían tener los rumanos (complejos) de inferioridad. En Palencia solo se fabrican modelos de la familia Megane -un total de 585 unidades por día- y esto es menos de la mitad de lo que la fábrica rumana produce a diario (1.300 unidades).

Cada día en Palencia se fabrican 40 Megane Coupe, 292 Megane Berlina ( 5 puertas), 233 Megane Sport Tourer (break) y 20 Megane R.S. ( 3 puertas). Fuertemente afectada por la crísis europea, la planta española logró producir el año pasado solamente 142.749 unidades, bajando un 29,4% con respeto al año 2012 (202.399 unidades).

Este es el nivel de producción más bajo que ha presentado Palencia en los últimos 15 años.

El nivel de producción más alto se dio en 2004, cuando por las puertas de la planta salieron 288.751 automóviles. El año 2004 fue el primero en el que la segunda generación de Megane resistió en producción durante 12 meses completos, en la misma planta.

Recientemente, en la planta Renault de Palencia entró en fabricación el segundo modelo mejorado del Megane, el Megane III. El año 2015 presenta gran importancia ya que en este año empezará la producción en serie de un crossover Renault basado en el Nissan Qashqai y también del sustituto del Megane III.

Traducido por Marius Oancea.