He incidido en el bajo coste de la mano de obra no calificada como razón principal para la implantación de producción extranjera en Rumanía. La cercanía física adicional de Timisoara de los mercados destino (Centro Europa) la hacen doblemente interesante y por esa razón primer centro industrial del país tras la capital.
En alguna entrada he comentado que hay otra mano de obra, mucho más preparada, sobre cuya calidad se debe basar el crecimiento de la zona. Esta semana se ha celebrado la IV edición de la Feria de Ofertas de Trabajo (Târg de oferte) “para estudiantes, licenciados y no sólo” en la Universidad Politécnica de Timisoara (UPT).
La UPT (www.upt.ro), fundada en 1920 para “formar ingenieros”, tiene hoy en día unos 14.000 estudiantes.
A la feria de contratación han acudido 56 empresas, muchas de ellas multinacionales, para cubrir plazas en sus centros en Rumanía.
Un análisis de los puestos vacantes anunciados por estas empresas, agrupados según los planes de carrera, muestra el siguiente desglose:
Automatización y ordenadores: 40 empresas interesadas (sobre 56)
Electrónica y telecomunicaciones: 35/56
Electrotécnica y electroenergía: 32/56
Mecánica: 30/56
Dirección en producción y transporte: 21/56
Química industrial e ingeniería de medio ambiente: 16/56
Ciencias de la comunicación: 14/56
Ingeniería de Hunedoara; 9/56 (Facultad de Hunedoara, otra provincia. Todas las carreras tienen ingeniería)
Construcción: 7/56
Arquitectura y urbanismo; 2/56
Hay claramente una demanda hacia posiciones de nivel avanzado en una ciudad que tiene en el IT y la electrónica una de sus mayores fortalezas. Son muchas las empresas productoras de soft que figuran en el catálogo de la feria. Destacable el poco interés en construcción y arquitectura.
Los sueldos en estas carreras técnicas son relativamente altos y muestran la importante demanda que hay de las mismas. Si un trabajador no calificado puede estar cobrando unos 200 €/netos al mes, un buen programador puede llegar y superar los 2.000 €/netos mes. En este país esto es un gran sueldo, sobre todo comparado con el coste de la vida. La proporción de los sueldos no calificados en Rumanía sobre su equivalente occidental es muy inferior al ratio de posiciones de gran demanda como puedan ser éstas. Los rumanos tienen además una gran ventaja: saben por lo general varios idiomas.
Está claro que si Rumania ha de crecer de forma consistente lo ha de hacer a través de empleo de calidad basado en el conocimiento. El resto, la mano de obra barata y no preparada, es pan para hoy y hambre para mañana, aunque es cierto que el alto coste de transporte internacional está haciendo que la producción que se fue a Asia vuelva a Europa.
Reunión de esta semana con empresario francés propietario de un taller mecánico en Timisoara: “Necesito cubrir 2 plazas de fresador/pulidor con control numérico. Aquí no encuentro. En España, con 25% de paro, no puede encontrame usted candidatos?. Sueldo neto entre 1.000 y 1.400 €/mes según experiencia (mínimo 3 años). Extras a parte. Si se adaptan, contrato indefinido (bajo la legislación rumana, claro, más equilibrada que la española, es decir más fácil despedir; no parece ir mal en un país donde casi no hay paro a pesar de los muchos rumanos que están volviendo de España). El candidato puede ser español o rumano o lo que quiera con papeles en la UE, lo importante es que sea trabajador. ¿Cree que se puede cubrir?”. Pensando en lo que leo en internet, sobre jóvenes españoles emigrados a Centro Europa, con carrera, a buscarse la vida y trabajando en minijobs, a mi esta propuesta me parece un lujo. A máximo 3 horas de vuelo de España en low cost, y en un país muy agradable para vivir. Si alguien conoce candidatos, que me lo haga saber y pasaré los CV.
