Los bancos matrices retiraron en el 2013 el 70% de la financiación con vencimiento inferior a un año otorgado a las filiales nacionales, unos 3.300 millones de euros, acelerando el proceso de desapalancamiento. Los bancos extranjeros que operaban en Rumania comenzaron el periodo de crisis con un volumen de financiación de bancos matrices superior a 22.000 millones de euros. 5 años más tarde, a principios de 2014, el volumen de ese tipo de financiación se ha reducido en 9.000 millones de euros, situándose, según datos del Banco Central en 13.400 millones de euros, publica el ICEX.

En el primer año de la crisis, 2009, los bancos matrices retiraron rápidamente 3.000 millones de euros de los bancos rumanos mientras la economía rumana entraba en recesión. El acuerdo de Viena, firmado en la primera mitad de 2009 por los 9 principales grupos bancarios extranjeros del mercado, permitió que la financiación se recuperara en 2010 hasta 20.300 millones, cantidad que se mantuvo en el

2011.

Una vez que el acuerdo expiró en 2011, la financiación tuvo una tendencia a la baja: los bancos extranjeros sacaron del sistema 2.800 millones de euros en 2012, 3.300 millones de euros en 2013 y 800 millones de euros solo en enero de 2014.

En opinión del Banco Central, un mayor ahorro interno ha permitido la sustitución de los pasivos externos de los bancos en la financiación de la economía. Pero,por otra parte, el banco central no quiere que los bancos financien las carteras de préstamos morosos con los depósitos de los rumanos.