La UE ha expresado repetidamente sus preocupaciones con el fracaso en abordar los sobornos a alto nivel en Rumanía y Bulgaria, los dos países más pobres del bloque. Se les ha prohibido sumarse al área de libre tránsito Schengen por este tema.

La corrupción es un problema para casi la mitad de las empresas que hacen negocios en Europa, según un sondeo publicado la semana pasada por la Comisión Europea, y un número creciente de ciudadanos de la UE creen que está empeorando.

La encuesta sobre la UE, a menudo retratada como una de las regiones más limpias y transparentes del mundo, arroja una luz poco halagüeña. Entre las empresas, está extendida la creencia de que la única forma de tener éxito es a través de la conexión política.

Las experiencias de corrupción varían entre los 28 países. Casi todas las compañías de Grecia, España e Italia piensan que es generalizada, según el sondeo, el primero realizado por la Comisión. La corrupción es inusual en Dinamarca, Finlandia y Suecia.

Esos datos reflejan los hallazgos del índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional. Citó a Grecia como el peor en esta materia en la UE, compartiendo el puesto 80 con China. Dinamarca fue considerado el menos corrupto.

"La corrupción mina la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas y el papel de la ley, daña la economía europea y priva a los países de los necesarios ingresos en impuestos", dijo Cecilia Malmstrom, comisaria de Interior de la UE.

Las constructoras, que a menudo pujan por contratos gubernamentales, son las más afectadas. Casi ocho de cada diez de las encuestadas se quejaron de la corrupción.

En general, el 43 por ciento de las compañías consideran la corrupción como un problema. El coste para la economía europea se estima en 120.000 millones de euros anuales, casi el tamaño de la economía de Rumanía.

El sondeo dice que la idea de que la corrupción es generalizada entre los ciudadanos de la UE. Un número creciente cree que ha empeorado en los últimos años, especialmente en Grecia, Italia, Lituania, España y la República Checa, que son considerados los más corruptos. Continuación...

Los ciudadanos sospechan también que la corrupción es común en las empresas. Ocho de cada 10 creen que los estrechos vínculos entre los negocios y la política conducen a la corrupción.

"El problema de Europa no es tanto con los pequeños sobornos, sino a nivel general", dijo Carl Dolan, de Transparencia Internacional, en Bruselas. "Es con los lazos entre la clase política y la industria".

"Ha habido fallos para regular los conflictos de intereses de los políticos en sus tratos con las empresas", dijo. "La recompensa por favorecer a empresas, en destinar contratos o hacer cambios en la legislación es un puesto en el sector privado cuando dejan el cargo, en lugar de un soborno", añadió.

La Comisión Europea recomendó mejores controles y redoblar las sanciones.