A finales de 2011 leí un informe de la consultoría americana The Boston Consulting Group (BCG) titulado “Made in America, Again”. Es un estudio serio sobre la viabilidad de la fabricación en los Estados Unidos tras décadas de externalización en China (www.bcgperspectives.com/content/articles) . Los autores desarrollan la idea según la cual el aumento progresivo de los costes de fabricación en China y su moderación en varios estados americanos han reducido tanto su distancia que al añadir el coste del transporte de China a América, los productos fabricados en Asia son más caros que si se hiciesen en los mismos Estados Unidos, explica José Miguel Viñals en el blog Rumanía Empresarial.

Ford B-Max in uzina de la CraiovaFoto: 0-100.ro

Además no sólo es más barato, sino que encima se reducen riesgos como el plagio, o los ligados a cuestiones culturales y de adaptación del personal expatriado.

De hecho son varias las empresas americanas que han anunciado su intención de volver a producir en casa. La más sonada de ellas fue Apple, que hizo pública la producción de su nuevo Mac el pasado mayo en alguno de los estados sureños o Kentucky (http://arstechnica.com/apple/2013/05/apple-ceo-were-going-very-deep-with-us-manufacturing/)

El informe de BCG terminaba con una frase que despertó mi curiosidad: “While China will remain an important manufacturing platform for Asia and Europe, the U.S. will become increasingly attractive for the production of many goods sold to consumers in North America.” (Mientras que China continuará siendo una importante plataforma para Asia y Europa, los EEUU ganarán atractivo para la producción de muchos bienes vendidos a consumidores de Norte América)

No estuve de acuerdo con parte de esta frase.

Intuía que el redactado correcto debería haber sido: While China will remain an important manufacturing platform for Asia, the U.S. and Europe will become increasingly attractive for the production of many goods sold to consumers in North America and European countries, respectively.” (Mientras que China continuará siendo una importante plataforma para Asia, los EEUU y Europa ganarán atractivo para la producción de muchos bienes vendidos a consumidores de Norte América y Europa respectivamente).

Tenía la impresión que los autores habían limitado Europa a los países de mayor renta, sin considerar salarios y productividades de los países del Este. Sería como si en los EEUU sólo valorasen el coste productivo en instalaciones de California, Nueva Inglaterra o Illinois, prescindiendo de los costes mucho menores de los estados más pobres.

Pero la intuición no basta, así que tuve que ponerme a buscar información para ver si podía o no defender una premisa: Europa vuelve a ser competitiva en la fabricación frente a China.

Reproduzco algunos de los cuadros y comentarios que me llevaron a validar la aserción anterior. Si alguien quiere el informe completo (en inglés o rumano, no lo traduje al castellano), me lo puede solicitar.

Los datos son de 2010, pues era la base de partida del estudio americano, y se deberían actualizar, a lo que me comprometo en las próximas semanas.

Empecé partiendo del coste salarial medio en los paises de la UE (de 27). Los costes sociales a cargo de le empresa se consideraron uniformes al 28,5%, lo que no es cierto, pero las diferencias no hacían sino validar el proceso.