Como en cada país, en Rumanía hay una serie de normas de cortesía que respetar y que es mejor conocer antes de venir. Por lo general hay un principio de prudencia: Si no sabe qué hacer, mejor no haga nada. Por lo general se puede aplicar el “allá donde fueres haz lo que vieres”, pero no siempre es así, explica José Miguel Viñals en su blogRumanía Empresarial.

José Miguel ViñalsFoto: Hotnews

Para empezar: conocer a alguien:

Cuando se hacen presentaciones, los hombres se dan la mano. Por ahí, nada nuevo. Lo curioso para los españoles es ¡lo muy amenudo que se dan la mano! Pero eso es otra historia a comentar más abajo (2a parte).

Cuando dos mujeres se presentan, lo más posible es que no se rocen. Se mirarán a los ojos, dirán una palabra amable,se sonreirán o no, y si una de ellas es extranjera quizá se den la mano, pero por lo general a propuestas de la foránea. Si la presentación fuese en un ámbito familiar o de muy buena amistad quizá se besen en la mejilla.

Cuando presentan un hombre, rumano o no, a una mujer rumana, él puede extender la mano y posiblemente ella se muestre sorprendida y la dé, floja, por falta de costumbre. En ningún caso se esperan un par de besos en la mejilla ni en ninguna otra parte. Excepto la mano, pero eso sólo en el entre acto de la ópera.

Los besos en la mejilla están reservados en ámbitos íntimos o entre amigos, pero ojo, hay una diferencia entre amigos y conocidos. No se es amigo por defecto, aunque hayan tomado café juntos cada día en el balcón de la oficina durante el último mes.

Así pues, resumiendo, un hombre llega a un grupo de amigos o compañeros de trabajo que hace 1 día o 1 mes que no ve y dará la mano a todos ellos y dirá un saludo a todas ellas. Una mujer llega al rato al mismo grupo y dirá un saludo a todos ellos y a todas ellas y quizá bese a alguno/a.

La costumbre española de besar a cualquier mujer que nos presentan no es aceptable. En el mejor de los casos se considera una excentricidad y en el peor puede dar lugar a malos entendidos.

Cuando se hacen las presentaciones, lo normal es usar una forma de cortesía, “Îmi pare bine” que suena a algo así como “Emparebine” y equivaldría a “Encantado/a”.

Yo al inicio me extrañaba mucho de oir como los hombres decían algo que no conseguía entender y sonaba a “saramana”. La curiosidad me llevó a descubrir que eso era la pronunciación rápida de “Sărut-mâna”, que viene a ser “Le beso la mano”, una forma cortés que por lo general la pronuncian ellos a ellas, aunque nunca se la besan de veras, sobre todo en ambientes formales, personas mayores, o cuando se quiere ser muy respetuoso por si a caso, por ejemplo cuando se va a Agencia Tributaria. En casos muy especiales lo dirá un hombre a otro hombre, si el primero tiene una relación de respeto muy grande por el segundo, por su edad, su posición o la deferencia que recibe el besado por parte de la comunidad.

Dado que “Sărut-mâna” es una palabra complicada de pronunciar para los españoles en general (noten que lo he escrito con los diacríticos, que son esos signos raros que se ponen en algunas letras rumanas) porque tiene 3 tipos de “A”, mientras que en castellano sólo conocemos 1 y en catalán 2 de ellos, lo mejor es NO intentar copiar a nadie de entrada para no hacer el ridículo y limitarse a decir, “Bună ziua” (buen día) mientras haya luz natural o “Bună seara” (Buena tarde) cuando ya no la haya. El “Buenas noches” español, aquí “noapte bună” (atención, NO “Bună noapte”) se reserva para la despedida, cuando alguien se va, ya sea a dormir, o se separa de un grupo entrada la noche. Hay otra expresión que a mi me encanta, “Bună dimineaţa” que es lo que se dice desde que uno se levanta si lo hace antes de las 09:00 y hasta esa hora más o menos, y que significa “buena madrugada”. Suena como ”bunadiminiazza”. La “ţ” tiene un sonido muy parecido a las dos “zz” de pizza. O al menos eso me parece a mi, pero igual me equivoco, porque conozco infinidad de españoles capaces de decir pizza correctamente pero incapaces de aplicar el mismo sonido a “dimineaţa”. Me pregunto si es que es una defensa instintiva de los genes hispanos, que nos permiten pronunciar cualquier cosa con tal de poder comer pero no estamos programados para madrugar. Pero el hecho que esa imposibilidad oral se dé también en otras palabras, que no tienen nada que ver con saltar de la cama temprano, me lleva a concluir que la capacidad de decir pizza más o menos bien tiene mucho que ver, y únicamente, con el instinto de supervivencia de nuestro cromosoma X.

Resumiendo casos prácticos:

1. Cojo un taxi al aeropuerto a las 3 de la mañana: diré ”Bună dimineaţa”

2. Llego a la oficina a las 8:30 de la mañana: diré ”Bună dimineaţa”

3. Llego a la oficina a las 9:15 de la mañana: diré “Bună ziua” (capítulo a parte es intentar explicar en este blog como se pronuncia la Z rumana…. me veo incapaz. Antes aprenderán a decir ”Bună dimineaţa”. No, no se dice “buna ciua”, ni “buna siua”, es algo más retorcido… mejor intenten copiar lo que oigan)

4. Llego a la oficina a las 7 de la tarde en verano, con un sol fantástico en el cielo, diré “Bună ziua”, pero si es en invierno y si sin bombillas no se ve nada, diré “Bună seara”

5. Voy a una cena, diré ”Bună seara” al llegar, ya llegue a la hora rumana de cenar, entre las 20:00 y las 21:30, o a la española, a las 22:30 pensando que seguro que no habrán empezado… para descubrir que no queda nada y están todos tomando el café. Y ahí de nuevo actúa nuestro fantástico instinto de supervivencia y podremos decir “¿Pueden pedirme una pizza por favor?” pronunciando perfectamente la ZZ y haciendo que todo el mundo nos entienda. (La puntualidad, es importante!!!)

6. Me voy de la cena, a dormir o a tomar una copa, Por lo general diré “Noapte bună”, a menos que prevea que la noche aún será muyyyyy larga para los que se quedan, y me aventure con otro ”Bună seara” que no vendrá sólo, ya veremos luego.