​Espina Obras Hidráulicas, industria líder en Galicia en la ingeniería civil para el tratamiento del agua, acaba de ganar tres contratos en Rumanía para construir tres plantas hidráulicas: dos de potabilización y una de tratamiento de aguas residuales. La adjudicación supondrá para la firma gallega una facturación algo superior a los diez millones de euros, informó el diario La Voz de Galicia.

Las Administraciones contratantes son tres municipios rumanos que financiarán las obras con cargo a fondos comunitarios, tal y como consta en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas. La operación fue confirmada ayer mismo por el propio presidente de la compañía con sede en Santiago, Antonio González Espina.

«La presencia en los mercados internacionales está siendo determinante para ganar contratos, sobre todo tal y como están en España las cosas; nuestra facturación ya depende en un 70 % del exterior», precisa el presidente de la compañía. Espina Obras Hidráulicas, que antes de que estallara la crisis facturaba unos 70 millones anuales y contaba con unos 400 empleados, se vio obligada en el 2011 a hacer un ajuste de personal.

La compañía, con delegaciones en varias comunidades autónomas y con oficinas en países como Marruecos, Portugal, Uruguay, Sudán y Ruanda, pasa por ser una de las de mayor eficiencia en el campo de las tecnologías del agua y fabrica bajo patente y marcas internacionales propias equipos para su tratamiento. La firma gallega ha encontrado un filón de negocio en aquellos países en vías de desarrollo que precisan incorporar obras de ingeniería civil hidráulica para el suministro de servicios básicos a la población