Se ha anunciado, para el próximo 16 de mayo, la visita del ministro de Asuntos Exteriores, Sr. García Margallo y de la ministra de Fomento Sra. Ana Pastor a Bucarest, acompañados de una delegación de empresarios españoles encabezada por el Presidente de CEOE Internacional Sr. Banegas.

José Miguel ViñalsFoto: Hotnews

Siendo éste un país bastante desconocido para España y con numerosos tópicos y prejuicios, quizá sirve ojear los resúmenes de prensa económica rumana del 1 al 30 de abril para dar una pincelada sobre la Rumanía que acogerá a los visitantes.

Paro: el gran problema de España. Aquí no lo es tanto. De hecho está entre los menores de la UE, con sólo un 6,7%, lo que es una reducción importante frente al 7,3% de marzo 2012. Las duras sanciones contra la contratación en negro han hecho aflorar una parte de la misma.... pero aún no toda. Entre el 10% estimado por el Gobierno y el 29% de otras fuentes, se calcula que el Estado deja de ingresar cada año 18.000 millones de € por evasión fiscal.

Si hay tan poco paro, ¿por qué no vuelven muchos de los rumanos sin trabajo que viven en otros países? Quizá porque según el Institut National de Statistica un 50% de los empleados ganan menos de 1.500 RON brutos al mes (345 €), lo que no da para mucho, y sólo un 5% más de 1.150 € brutos al mes. Esto explica también que tanta gente tenga ingresos adicionales o un segundo empleo, a veces oficial y a veces no...

En cualquier caso la confianza de la evolución económica entre la población parece ser mejor que la media de la UE (94 vs. 89,7). Tal como dicen, el país sólo debería poder ir hacia adelante, y o quizá porque la gente tiene trabajo. De hecho la jefa contable de mi empresa, de 51 años me presentó hace días la baja voluntaria para aceptar la oferta de una empresa más cercana a su domicilio... ¿Quién en España encuentra trabajo hoy con 51 años? Aquí en Timis el paro es menos del 4%. Sí, también se habla de crisis, pero no es el monotema de toda conversación.

Y todo esto lo parece confirmar la evolución del PIB. Si la previsión de crecimiento del 2012 era de +0,3%, el % definitivo revisado es de 0,7, y para 2013 el FMI ha aumentado la previsión al 1,6%, aún bajo, pero en línea para llegar al 3 o 4% que algunos especialistas de dentro y fuera del país ven para dentro de poco.

Un PIB en gran medida dependiente de la agricultura, que lo aupó al 1,1% en 2011 y lo redujo considerablemente el pasado año a causa de la gran sequía. Con algunas de las mejores tierras agrícolas del mundo (cinturones de Cernoziom), la agricultura profesional debería ser uno de los mejores motores económicos del país.

Pero no sólo de agricultura vive Rumanía. El país ha registrado el mínimo déficit comercial de los últimos 10 años, con exportaciones creciendo en un 10,8% en los primeros meses del año frente a un crecimiento de las importaciones de sólo el 2%. Es la industria, señores. Cercana a importantes mercados de consumo, con costes de producción aún muy bajos y bastantes otras ventajas sociales y culturales, fabricar en Rumanía es una alternativa muy válida frente la opción de Asia. Alemania sigue aumentando su presencia en el país. Daimler ha anunciado la apertura de una nueva fábrica de componentes en el importante sector del automóvil, donde ya operan Ford y Renault/Dacia.

Otro sector que atrae mucho la atención del inversor extranjero es el de las energías renovables: fotovoltaica, hidroeléctrica y eólica. Pero las cosas han cambiado y las bonificaciones tan generosas de los últimos años se acaban. De hecho se reducen a más o menos la mitad. En el mundo ideal de hasta hace muy poco, las inversiones se recuperaban en periodos muy cortos, el payback era de entre 3,5 y 5 años y durante los siguientes muchos años a vivir de venta de energía y sobre todo de los certificados verdes (CV).... Ahora seguirá siendo interesante, pero se modera una retribución en CV que se ha considerado demasiado generosa, y que sin duda lo ha sido, vista la cantidad de proyectos en marcha.

Siguiendo con el tema energético, tiene importantes retos, por ejemplo mejorar su eficacia. Rumanía es la tercera economía de la UE en uso intensivo de energía. Es decir, se consume demasiado para lo que se produce. Hay mucho que mejorar, tanto a nivel industrial como a nivel consumo particular. Es de suponer que mucha gente hará un esfuerzo en los próximos dos años, pues las subvenciones en la tarifa del gas a los hogares se terminan de aquí a finales del 2014, con subidas que irán más allá de las posibilidades de mucha gente en un país donde en invierno se puede estar a -15ºC durante semanas.

Porque hay mucha casa muy vieja y muy poco acondicionada. Pisos comunistas se les llama. En el 2006 este país era un hervidero de constructoras españolas, italianas y rumanas que, ofreciendo pisos nuevos tipo occidental, creían poder reproducir el boom español en la antigua Dacia. Pero el sueño les duró poco, y la crisis del 2008 ha hecho que los precios del inmobiliario cayeran un 33% de media desde entonces o un 51% en Bucarest... En 2012 la situación se estabilizó y parece que algunas zonas del país han tenido un pequeño aumento en el primer trimestre del 2013, aunque no en la capital. A la larga el producto volverá a funcionar, pero a un precio normal y justo para el consumidor local, y si no imaginan cual puede ser relean un poco más arriba los sueldos medios del país.

A menudo me preguntan ¿Cuándo entrará Rumanía en el euro? Porque aquí no se paga en euros, sino en lei (1 leu, 2 lei, o RON en nomenclatura internacional), un billete de plástico muy práctico que puedes lavar con los pantalones sin problemas. La crisis de la eurozona ha ido retrasando los plazos, y el primer ministro Victor Ponta habló ahora del 2019. Pero no hay mucha pasión en el ambiente por adoptarlo. La devaluación del leu en más de un 20% desde 2008 ha impulsado el atractivo del país como plataforma de producción y exportación, aunque también ha hecho muy difícil la vida a los miles de compradores de casas con hipotecas indexadas en euros y sueldos en lei.

Esta es, de forma muy breve, la Rumanía que verán ministros y empresarios españoles. Aunque también hay cosas menos atractivas, claro. A veces hay lectores que me dicen que sólo escribo de lo bueno de Rumanía. Generalmente es cierto. Para hablar de lo malo y de los estereotipos, que vende más, ya están muchos otros. Pero es que además yo creo en este país, con todas sus virtudes y todos sus defectos, y creo que muy a menudo estos estereotipos, aunque puedan tener en algún caso alguna base real, impiden que el empresario español vea lo que sí ven otros europeos: su potencial interno y su potencial como plataforma de producción para entrar en nuevos mercados, donde no se puede competir fabricando desde España. De hecho creo que todos mis clientes industriales hubiesen cerrado sus fábricas españolas si no tuviesen el apoyo de la producción hecha aquí. También es cierto que otros me contactan cuando su experiencia ha sido un desastre y ya no hay nada que hacer, pero esto daría para una crónica entera. Quizá otro día.