La Confederación Sindical Internacional (CSI) ha denunciado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE) están presionando a puerta cerrada al gobierno de Rumanía para impedir que rectifique la legislación adoptada en 2011, contraria a las normas fundamentales del trabajo reconocidas internacionalmente, informó HOAC,

Hermandad Obrera de Acción Católica.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha pedido en varias ocasiones al gobierno rumano que rectifique esa legislación y el actual gobierno quiere hacerlo, pero el FMI y la CE presionan para impedirlo. La CSI considera que «la presión ejercida por el FMI y la CE sobre el gobierno rumano para impedirle rectificar las violaciones de las normas fundamentales del trabajo es absolutamente vergonzosa». De hecho, están actuando contra los derechos fundamentales de los trabajadores y ejerciendo una presión radicalmente contraria a la democracia.

En 2011 el gobierno de Rumanía, en el marco de negociaciones para obtener créditos, adoptó una legislación sobre el diálogo social que restringe severamente la protección contra la discriminación antisindical y los despidos por represalias contra sindicalistas, el derecho de huelga y de negociación colectiva, aboliendo de hecho las negociación de alcance nacional y dificultando la negociación sectorial. Este año ha habido elecciones en Rumanía y un cambio de gobierno. El nuevo gobierno quiere modificar esa legislación, atendiendo las demandas de la OIT y restituyendo derechos de los trabajadores. Eso es lo que quieren impedir el FMI y la CE.