La retirada lenta de los bancos de la zona de la Europa central y del este generará probablemente turbulencias. Las entidades madres reducirán o congelarán los créditos en el sureste europeo, según un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El lento crecimiento económico de los países y la depreciación de la moneda provocan problemas a los clientes que tienen préstamos en moneda extranjera.

Cualquier intensificación de la crisis de la zona euro perjudicará aún más esta dinámica.