Cosmin Moti, de 29 años, recordará para siempre aquella noche del 27 de agosto. El zaguero central del Ludogorets, búlgaro, detuvo dos lanzamientos del Steaua Bucarest, rumano, en la tanda de penaltis del partido de vuelta de la fase previa, tras tomar el relevo del portero Stoyanov, que fue expulsado en el minuto 119 por el árbitro español Alberto Undiano Mallenco por protagonizar una dura entrada fuera del área, relata el diarioEl País.

Cosmin Moti, eroul seriiFoto: Ludogoret

El encuentro se dirigía hacia el desempate técnico, después de que el conjunto búlgaro remontara en el minuto 90 por una magnifica volea de Farias el resultado del partido de ida (1-0), cuando ocurrió el gesto ilícito de Stoyanov que propulsó a Moti como estrella de la noche.

El Ludogorets ya había hecho sus tres cambios. Así que el entrenador Georgi Dermendzhiev tuvo que tomar una decisión rápida e inhabitual en esta fase de la eliminatoria. El técnico pidió a Moti que se quitara su camiseta de jugador y que optara por ponerse los guantes de portero.

La apuesta, que resultó fructuosa, fue bastante arriesgada ya que Moti fue designado primer lanzador de penalti

La apuesta, que resultó fructuosa, fue bastante arriesgada ya que Moti fue designado primer lanzador de penalti. El defensa anotó, pero lo más duro le quedaba entonces por delante. Moti detuvo primero el tiro potente de Parvulescu y concluyó su obra majestuosa ante Râpă, el último lanzador para el conjunto rumano, que se derrumbó inmediatamente en el césped.

El guardameta improvisado celebró su proeza a lo grande, corriendo hacia la hinchada que le recibió como un digno héroe. El Ludogorets, proclamado campeón de Bulgaria el curso pasado, nunca había disputado hasta ahora la fase de grupos de la Liga de Campeones. Moti, con sus guantes de oro, hizo historia.