Rumanía logró hoy su pase a la repesca del Mundial de Brasil tras imponerse a Estonia con dos tantos de Ciprian Marica, flamante delantero del Getafe, y superar así a Turquía, que cayó humillada ante Holanda, en la última jornada del grupo D de clasificación. Rumanía podría enfrentarse a Portugal, Grecia, Ucrania o Croacia.

Nationala de fotbalFoto: HotNews / Dan Popescu

Los pupilos del seleccionador rumano, Victor Piturca, salieron en tromba desde el pitido inicial a sabiendas que debían llevarse el triunfo en el Estadio Nacional de Bucarest.

En el minuto 8 de juego, los aficionados empezaron a exaltarse de alegría al conocer que la “Naranja Mecánica” se adelantaba en Turquía con un gol de Arjen Robben, a pesar de que Piturca había pedido que no se anunciara el resultado en el Estadio Nacional.

Entre tanto, los tricolores seguían sin crear ocasiones de peligro ante la portería del estonio Pareiko en el primer cuarto, pese a las continuas combinaciones.

Los bálticos, sin embargo, dieron un primer aviso en el minuto 17 tras un disparo de Vassiljev, rozando la pelota el poste derecho del guardameta Tatarusanu.

Rumanía intentaba llegar al área contraria sin éxito hasta que el atacante Stancu recibió una falta que el colegiado sancionó con un penalti, que fue transformado por Marica en la primera mitad del encuentro.

Estonia, que se desplazó a la capital rumana con la idea de marcharse con un empate, cambió su esquema de juego y se lanzó al ataque, llegando a tocar más la pelota, lo que abrió espacios.

Los hombres de Piturca aprovecharon esos huecos para crear jugadas de peligro, como un cabezazo de Marica que obligó al portero Pareiko a estirarse para despejar el balón hacia fuera.

El atacante del Getafe disfrutó de unos minutos espectaculares al chutar una pelota que salió desviada por poco de la portería y al asistir a su compañero Tanase con un balón que bloqueó la defensa báltica.

En la reanudación, ambas selecciones realizaron cambios para imprimir un juego distinto, pero la tónica del partido continuó siendo la misma que en la primera, aunque con mayor ímpetu de los rumanos.

Marica, la estrella del partido, cabeceó un balón a pase del extremo Matei subiendo el segundo tanto de la victoria y certificando el buen estado de juego de Rumanía, que vuelve a soñar con disputar un Mundial de nuevo.