Hablar del Steaua de Bucarest para los seguidores más veteranos del Barça es referirse a un club que recuerda uno de los momentos más tristes y oscuros de la historia de la entidad catalana. En cambio, esa fecha llevó al club de Bucarest a la cima del fútbol europeo, publica el diario españolSport.

Steaua BucurestiFoto: HotNews / Dan Popescu

Se trata de la final de la Copa de Europa disputada en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla el 7 de mayo de 1986. Tras el 0-0 del tiempo reglamentario y de la prórroga, el conjunto rumano se impuso por 2-0 en la tanda de penaltis. El equipo entrenado por Terry Venables, que tenía en Bernd Schuster y Steve Archibald a sus principales estrellas, ya se encontraba en estado de descomposición y saltó por los aires unos meses después.

REVERDECER LAURELES

Han pasado muchos años desde entonces. El Barça no solo rompió el maleficio con la Copa de Europa de 1992, sino que además ya puede presumir en sus vitrinas de cuatro trofeos. En cambio, el Steaua, a nivel europeo, parece anclado en el pasado. Pero no ha vuelto a repetir éxitos europeos y su última proeza fue conquistar la Supercopa de Europa de 1986. Después llegó a la final de la Copa de Europa de 1989, disputada en el Camp Nou y en la que el Milan de Gullit, Rijkaard y Van Basten le endosó un 0-4.

En cambio, sí que ha recuperado la hegemonía del fútbol rumano, en el que ya dominó durante la oscura etapa de la dictadura de Nicolae Ceaucescu. Fundado en 1947 por el ejército rumano, es el club más laureado con 23 Ligas, 21 Copas y 5 Supercopas. Su actual presidente es Helmuth Duckadam, el portero-héroe de aquella final y desde hace años es propiedad del millonario y político Georghe Becali.

EL LARGO CAMINO A LA LIGUILLA

Se clasificó para la actual edición de laChampions Leaguetras un largo recorrido. Primero, logró el campeonato de Liga 2012-13. Rompía una sequía iniciada en el 2006 y durante la cual solo había sumado la Copa 2010-11.

El título liguero le dio derecho a disputar las fases clasificatorias de la Champions. Eliminó al Vardar de Ucrania en la segunda fase (3-0 y 1-2), al Dinamo Tiblisi en la tercera fase (0-2 y 1-1) y al Legia Varsovia en los play offs (1-1 y 2-2). El valor doble de los goles 'metió' al Steaua en el bombo.

El artífice de la resurreción esLaurentiu Reghecampf,un joven técnico (38 años) que defendió los colores del Steaua entre 1996 y 2000 y que también jugó en otros equipos de élite como el Kaiserslautern alemán.

UN ENTRENADOR PARTICULAR

Su trayectoria como entrenador es más que curiosa y arranca en 2009 cuando se pone al frente del Snagor de la Liga II rumana. Al final de la campaña 2009-10 es reclutado de urgencia por el Universidad de Craiova y lo salva del descenso a segunda, pero no le renuevan.

En la campaña 2010-11 se hace cargo del Gloria Bistrita, pero es cesado y regresa al Snagor. Antes de acabar la campaña vuelve al Universidad Craiova, que le cesa a los pocos encuentros.

Ya en la temporada 2011-12 es el Concordia Chiajna el que lo ficha a media temporada. No solo le salva del descenso, sino que lo sitúa noveno al final del campeonato. Es entonces cuando el Steaua Bucarest se decide a contratarle. Reghecampf aprovecha la oportunidad y lleva al equipo al título y de regreso a la fase de grupos de la Champions desde la campaña 2008-09.

BLOQUE SIN FIGURAS INTERNACIONALES

No puede presumir el Steaua de grandes figuras. De hecho, en el mercado de veranoha perdido a dos de sus mejores futbolistas, el delantero Raul Rusescu, reclutado por el Sevilla español, y al central Vlad Chiriches, fichado por el Tottenham inglés a cambio de diez millones de euros.

Esto le ha llevado a realizar tres fichajes de última hora, el delantero griego Pantelis Kapetanos, que ya defendió su camiseta y procede del Cluj, el campeón rumano en 2011-12; al central Fernando Varela (FC Vaslvil) y el centrocampista Ionut Neagu (Otelul Galati).

Sus aspiraciones en laChampions League 2013-2014son modestas en un grupo en el que el Chelsea apunta a claro dominador y Schalke 04 yFC Baselparecen igualmente superiores al campeón rumano. Claro, que el Steaua ya sorprendió al mundo y al Barça, hace muchos, muchos años...