​La deportista rumana más importante de los Juegos Olímpicos de 2012, la gimnasta Sandra Izbasa, acudió en diciembre al Ministerio de Juventud y Deportes para entregar un formulario con el que solicita una pensión vitalicia, informó el periódico Gazeta Sporturilor.

Sandra Izbasa, aur olimpic la sarituriFoto: Reuters

Su compañera Catalina Ponor, que renunció a la pensión estatal en abril de 2011 y regresó al equipo olímpico para participar en la Olimpiada de Londres de 2012, también solicitó la ayuda.

Diana Chelaru, componente del equipo femenino, medalla de bronce en las juegos, se adelantó a Ponor.

La secretaria de Estado de la Juventud y Deportes confirmó la solicitud de Izbasa.

Por su parte, la entrenadora Mariana Bitang señaló que desconoce las intenciones de su discípula: "No me ha comentado nada".

Las gimnastas se retiran por la falta de apoyo financiero para seguir entrenándose.

"El Estado rumano empuja el abandono de los deportistas y no al revés. No es normal", subrayó Mariana Bitang.

Izbasa, de 22 años, recibirá una ayuda de 8.000 lei, unos 1.800 euros.