Una sorpresa mayúscula marcó esta semana los octavos de final de la Copa de Rumanía, que se disputó a partido único. En los tres primeros partidos disputados, el Astra Giurgiu goleó por 5-1 al C.S. Severin, en un gran partido que era el primero tras la marcha del entrenador Multescu.

En Brasov, el Petrolul Ploiesti se impuso con dos goles a cero ante los locales, en el primer partido del ex-jugador de Atlético, Alavés y Getafe en el banquillo de los petroleros.

Pese a su pésimo momento en Liga, el Rapid cumplió en la competición copera y se impuso por 4-1 al modesto Delta Tulcea.

La gran sorpresa se produjo en Chiajna, donde el equipo entrenado por el ex-del Steaua Ilie Stan ganó por 4-3 a los penaltis al mismísimo Steaua, después de un cero a cero inesperado que frena la marcha triunfal de los rojiazules en la Liga Europa y en la Liga.

En el último partido, el Dinamo de Bucarest ganó a la flamante revelación del campeonato liguero, el Pandurii de Targu Jiu, por dos goles a uno, en un partido flojo en que los dos equipos dieron evidentes muestras de cansancio.