El consejero presidencial, Daniel Funeriu, presentó el lunes su dimisión en la función de miembro del Consejo de Dirección del Instituto Cultural Rumano (ICR) por discrepancias con el actual presidente de la institución, Andrei Marga. "La presidencia de Rumania no puedo compartir la actual deriva internacional de la cultura rumana, dominada por un estridente nacionalismo, métodos y conceptos que pertenecen a una época convulsa", escribe la carta de dimisión enviada al presidente de Rumania, Traian Basescu, y sus colegas del centro.

El primer ministro, Victor Ponta, aprobó que el ICR pasara bajo tutela del Senado, en lugar de la presidencia.

Marga aseguró que la institución públicase dedicará a los artistas rumanos consagrados y que dejará de lado a los experimentos.