Béla Lugosi, el actor que interpretó al terrorífico conde Drácula, cumplió el pasado viernes 130 años. Natural de Transilvania, en la actual Rumania, curiosamente donde el conde de la novela de Bram Stocker acustodiaba su castillo, relata The New Herlad.

Estudió a Shakespeare e interpretó varios personajes del género de horror, pero el papel que lo consagró en los teatros de Broadway y en el cine fue el del pálido aristócrata de capa negra y colmillos de vampiro que aterrorizó a varias generaciones de cinéfilos.

Sólo fue comparable a otro famoso monstruo, Frankenstein, que encarnó su rival Boris Karloff. Murió a los 73 años, en California, y según dispuso, fue incinerado con el traje de Drácula, llevándose al más allá la leyenda de su inmortalidad.