​El crítico José Luis de la Rosa presenta en el diario de Jerez los rasgos característicos del director de orquesta rumana, Sergiu Celibidache (1912-1996), que desarrolló su carrera artística prácticamente en Alemania. Sus interpretaciones se centraron en el compositor Anton Bruckner.

Sergiu Celibidache (28 de junio de 1912, Roman, Rumanía – 14 de agosto de 1996, París, Francia) fue un director de orquesta rumano que desarrolló su carrera artística principalmente en Alemania donde fue condecorado con la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, la Orden al Mérito de Baviera y el premio danés Premio Musical Léonie Sonning. Era ciudadano honorario de Múnich. Sus interpretaciones del repertorio francés, alemán y especialmente de Anton Bruckner son considerados fundamentales.

Celi tenía una capacidad particular para sacar de quicio a sus entrevistadores, más de uno salió despotricando del rumano después de aguantar sus excentricidades durante la entrevista.

Sin embargo, a pesar de sus rarezas, de sus arrebatos con los músicos durante los ensayos, Sergiu Celibidache supo ganarse el respeto de las orquestas que dirigía provocando la admiración del público con sus interpretaciones, en contrapartida, también recibió ácidas y radicales críticas de sus detractores quienes encontraron terreno abonado en la singularidad de su conducta.

Es obvio que su concepto de la interpretación difería bastante al de alguno de sus colegas, ahí están sus grabaciones como testimonio, grabaciones que solo en raras ocasiones obtuvieron su autorización para ser difundidas, hecho que contrasta con la extensa discografía que existe y que sus herederos si se apresuraron autorizar, no solo por considerarlas el legado magistral del gran director sino por el pingüe beneficio económico que reportan.

Anton Bruckner (1824-1896) fue uno de los compositores más admirado de Celibidache, a su obra consagró un sitio muy especial en sus programas y trató de transmitir a los alumnos de sus clases magistrales todos los conocimientos que sobre ella acumuló durante su vida. En las salas de concierto impresionó al público con geniales versiones de sus sinfonías cuyos planteamientos fueron tan personales como inimitables, en sus clases fusionó conceptos técnicos y filosóficos en una amalgama ineludible para encarar una interpretación vital, una recreación sincera y sentida de la obra.

Con motivo del centenario del nacimiento de Sergiu Celibidache (Roman, Rumanía, 11 de julio de 1912) Sony Classical parece haber recordado que en sus archivos existían unos magníficos registros de las 6ª, 7ª y 8ª sinfonías de Bruckner, filmadas en público (la sexta grabada en Múnich del 26 al 30 de noviembre de 1991. La séptima y la octava grabadas en el Suntory Hall de Tokyo el 18 y 20 de octubre de 1990, respectivamente), con la Orquesta Filarmónica de Munich, que en su día solo aparecieron en los soportes VHS y laser-disc y que por fin, tras larga espera, se reeditan en DVD.

La particularidad de la interpretación de estas grabaciones, extensible quizás a todas las que Celi realizó del compositor austriaco, es el uso de unos “tempi” generalmente muy lentos pero manteniendo de manera genial toda la tensión del discurso. Esta templanza, que otros directores habrían convertido en una lectura aburrida, se transforma en la poderosa y siempre acechante batuta del rumano en un calidoscopio que deja traspasar la luz para recrear todos los detalles armónicos de unas partituras de gran perfección formal.

Vista la peculiaridad de estas versiones es imprescindible conocer este álbum que Sony complementa con dos CDs que contienen la cuarta sinfonía, inédita hasta ahora, grabada en la Musikverein de Viena el 5 y el 6 de febrero de 1989.

No pierdan esta ocasión no vaya a ser que la reedición se demore otros tantos años, les puedo asegurar que sería una pena no aprovecharla.