​Rumanía lleva impreso en cada letra de su nombre la intriga, el misterio y parajes sepultados en la niebla. Sin embargo, su mayor atractivo turístico reside en la huella que grabó en su tierra el Príncipe Vlad Tepes y que inspiró un alter-ego, más oscuro y sanguinario, en el fértil mundo de la imaginación: el Conde Drácula, relata un artículo publicado el lunes en el diario eleconomista.es.

Vlad TepesFoto: USER UPLOADED

El país del este es una tierra donde es muy fácil sentirse Quijote y tomar unos molinos de viento por gigantes, donde la ficción se funde con la historia confundiendo la realidad, prosigue el texto.

Si la novela de Bram Stoker te atrapó entre sus páginas, embárcate en un viaje inolvidable que te llevará por los rincones más recónditos de los Cárpatos al universo del vampiro más enigmático y legendario de todos los tiempos, agrega el autor.