El gobernante Partido Socialdemócrata (PSD) tumbó hoy el Ejecutivo rumano, encabezado por Sorin Grindeanu, al alegar que el Gobierno no ha cumplido el programa electoral. "El Partido Socialdemócrata (PSD) está preparado para formar un nuevo Gobierno", declaró el líder de la fuerza política, Liviu Dragnea, en una rueda de prensa organizada en el Parlamento, tras una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo de la formación.

Sorin Grindeanu, apel catre membrii PSDFoto: Facebook / Sorin Grindeanu

Dragnea anunció que todos los ministros han presentado ya su dimisión y que el propio Grindeanu ha adelantado que él también se irá si el presidente del país, Klaus Iohannis, propone a otro socialdemócrata como primer ministro.

En el caso de que Grindeanu se agarre a su función, su formacion recurrirá a una moción de censura para expulsarlo del poder, advirtió Dragnea, quien confió en que no sea necesario llegar a ese extremo porque "ya no tiene Gobierno”.

No obsrtante, el primer ministro se aferró al cargo. ”No dimito. Tengo la obligación de comportarme de forma responsable. Es el Gobierno de Rumanía, no del Comité Ejecutivo (socialista)", declaró Grindeanu en rueda de prensa.

"Dimitiré cuando Iohannis, tras las consultas con los partidos, nombre a un primer ministro del PSD", agregó el aún jefe del Gabinete.

El jefe del Ejecutivo arremetió duramente contra Dragnea, a quien acusó de actuar sólo por sus ansias de poder: "¿Por qué presionas a tus propios ministros, puestos por ti mismo? Sólo he encontrado una razón: el deseo de una sola persona de tener todo el poder.”

Con la decisión de retirar su apoyo a Grindeanu, unánime entre los miembros de la cúpula del partido, culminan cinco días de presiones para que dimita, a lo que el jefe del Gobierno se ha resistido hasta ahora.

Antes, el grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), en coalición gobernante con el PSD, también decidió retirar el apoyo político al primer ministro.

Los últimos días, varios dirigentes del Partido Socialdemócrata habían exigido públicamente la marcha de Grindeanu, acusándole de no cumplir las promesas electorales que llevaron a la formación a ganar las elecciones de diciembre de 2016.

Los analistas creen que Grindeanu rechaza ayudarles después del polémico decreto que desató en febrero las mayores protestas en Rumanía desde la caída del comunismo en 1989.

Esa oleada de protestas se iniciaron a principios de febrero cuando el Gobierno aprobó por la vía de urgencia un decreto que despenalizaba ciertos casos de corrupción.

Liviu Dragnea, el líder del PSD, habría sido uno de los políticos en beneficiarse de esa medida. Dragnea no pudo postularse al cargo del primer ministro por una condena por fraude electoral que le inhabilita para el cargo.

Las masivas protestas forzaron al Ejecutivo a anular ese decreto. En los últimos años, unos 3.000 políticos rumanos han acabado en prisión por delitos de corrupción, entre ellos el ex primer ministro socialdemócrata Adrián Nastase.