El Parlamento de Rumanía rechazó este martes el polémico decreto, que despenalizaba ciertos delitos de corrupción, para cerrar así cualquier amenaza de que esa norma pueda salir adelante, , a falta solo de que lo ratifique el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis. En contra del decreto votaron 291 diputados, mientras que tres personas se abstuvieron y otra que no ejerció su derecho a voto.

Casa PoporuluiFoto: Wikipedia

Como consecuencia, también se rechazó la aprobación de la derogación de la norma porque ya ha dejado de existir. Tras la votación, la presidenta interina del Partido Nacional Liberal, Raluca Turcan pidió la dimisión del Gobierno.

Miles de ciudadanos siguen protestando frente a la sede del Ejecutivo en Bucarest, a pesar de que retiró el decreto que preveía despenalizar los casos de corrupción si causaban pérdidas al Estado por debajo de 44.000 euros.

Esta medida desató las mayores protestas ciudadanas desde la caída del régimen comunista en 1989. Los manifestantes protestan como señal de que continúan vigilantes ante cualquier intento que socave la lucha contra la corrupción.