El Partido Socialdemócrata venció por amplio margen en las elecciones legislativas celebradas en Rumanía este domingo. Con el 99 por ciento de los votos escrutados, los socialdemócratas obtuvieron el 46 por ciento, mientras que el Partido Nacional Liberal, logró el 20 por ciento del sufragio.
A los socialdemócratas no les ha pasado factura ni los numerosos casos de corrupción que salpican a su partido ni la dimisión del ex primer ministro Victor Ponta en noviembre de 2015 por las protestas tras el incendio en una discoteca de Bucarest que causó 64 muertes.
En tercer lugar se quedó la Unión Salvar Rumanía (USR), formación que ha captado a muchos desencantados con un mensaje contra la corrupción y el nepotismo, y que consiguió casi un 9 por ciento de los apoyos.
La Unión Democrática de los Magiares de Rumanía (UDMR), la formación de la minoría húngara, se llevó el 6 por ciento.
Además, dos partidos de centroderecha, la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE) y el Partido Movimiento Popular (PMP), habrían superado por poco el umbral del 5 por ciento por ciento que les da representación parlamentaria.
Los socialdemócratas ya han anunciado que negociarán con Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa para lograr una mayoría sólida de más del 50 por ciento.
La gran incógnita pasa por quién será el futuro primer ministro porque el actual líder socialdemócrata, Liviu Dragnea, tiene una condena por fraude electoral que según la ley rumana lo inhabilita para el cargo.
El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, ya ha avanzado además que no propondrá a ningún candidato que haya sido condenado ni que esté bajo investigación.
El Partido Socialdemócrata ha anunciado que no revelará ningún candidato hasta la inauguración de la nueva legislatura el próximo 19 de diciembre, aunque se barajan los nombres de los antiguos ministros.
